Cinco de las principales represas hidroeléctricas, ubicadas en la cuenca del Comahue, en las provincias de Neuquén y Río Negro, quedarán transitoriamente bajo el control de la empresa Enarsa, luego del vencimiento de los contratos de concesión. El anuncio motivó la crítica del vicegobernador de la provincia, Marcos Koopmann, quien señaló que “es un avasallamiento a la autonomía provincial”.
El vicegobernador sostuvo que “es otra muestra de las políticas centralistas que imperan en el país, gobierne el signo que gobierne”. Para Koopmann la medida representa “un absoluto desconocimiento a la facultad de las provincias que, a partir de la reforma constitucional de 1.994, son propietarias de sus recursos naturales”.
El titular de la legislatura provincial hasta el 10 de diciembre, remarcó que, si la nación toma de manera unitaria el control de las represas, “los neuquinos no podremos decidir qué se hace con el agua de nuestros ríos”, y advirtió que “las prioridades de su uso, se definirán en función de los intereses del centralismo porteño”. Koopmann ejemplificó que, para la provincia es fundamental garantizar primero el abastecimiento de agua a la población y al sector productivo, “mientras que a ellos solamente les interesa generar energía para llevarse a Buenos Aires”.
En el comunicado, el vicegobernador mostró preocupación por la situación en la que quedaría la provincia, “al no tener participación en las decisiones”, ya que no podrá impulsar la implementación de una “tarifa diferencial para los hogares y las industrias neuquinas”, y generar mejores condiciones para el desarrollo equilibrado de Neuquén.
La misma comunicación, recuerda que desde el año pasado el vicegobernador ha llevado adelante distintas iniciativas, para que las provincias de Neuquén y Río Negro, recuperen la llamada tarifa Comahue, que tuvo vigencia hasta la década del 90, que representaba un costo menor de la energía para las provincias productoras.
