Sergio Massa le pidió la renuncia a la gerenta general del Banco Nación, María del Carmen Barros, luego de haber contratado a “Pitty” la numeróloga para “un curso de coach”, entre otras irregularidades.
En PPT (eltrece), la periodista Cecilia Boufflet reveló que la numeróloga cobró $1.800.000 en un lapso de seis meses ($300.000 por mes). Además, la propia “Pitty” renegó por el pago que recibió: “Supongamos que yo cobro 50, terminé cobrando 30 por 7 sesiones”.
Días después de que saliera a la luz su contratación, el fiscal federal Guillermo Marijuan imputó a Silvina Batakis, presidenta del Banco Nación, por los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público, defraudación contra la administración pública por administración fraudulenta y peculado. La misma imputación recayó en Barros.
En la denuncia se establece que Batakis y Barros, sin contar con el aval del directorio, habrían intervenido en el ámbito de sus funciones para la contratación de Verónica Laura Asad, conocida popularmente como “Pitty”, y en otras irregularidades, como el nombramiento de familiares y sueldos millonarios.
Un ejemplo de esto es la designación de Héctor Javier Silva, exmarido de Batakis, en el cargo de Gerente de Sistemas del BNA. A esto se le suma el nombramiento de Juan Pablo Pedemonte, hijo de la gerenta, al frente de una gerencia en la casa matriz del BNA.
A su vez, la titular del BNA aprobó a través de una carta, sin consultar y sin someter a votación, que Barros comenzara a cobrar una cifra desorbitante. Conformado con premios y bonos, el sueldo que percibe la gerenta se acerca a los 9 millones de pesos.