El futuro canciller alemán, el democristiano Friedrich Merz, ha superado este viernes el obstáculo decisivo para aprobar su plan de gasto millonario en defensa e infraestructuras. Merz, que se prepara para gobernar en coalición con los socialdemócratas, ha obtenido el apoyo de Los Verdes, decisivos para la mayoría parlamentaria de dos tercios necesaria para la reforma constitucional que permitirá un endeudamiento que podría acercarse al billón de euros y que representa un giro copernicano en la política de austeridad de Alemania.
En contrapartida para el apoyo ecologista en la votación prevista para el martes en el Bundestag, Merz ha ofrecido un fondo para el clima de 100.000 millones de euros. Los votos de la Unión Democristiana/Unión Socialcristiana (CDU/CSU) de Merz y del Partido Socialdemócrata (SPD) del canciller saliente, Olaf Scholz, eran insuficientes y Los Verdes habían amenazado con vetar el proyecto si no se atendía a sus peticiones.
El plan de endeudamiento, presentado la semana pasada, consta de un fondo especial de 500.000 millones de euros para infraestructura e inversiones medioambientales, y de una flexibilización del límite constitucional a la deuda para el gasto militar. Se trata de salto cualitativo en la política presupuestaria después de años de austeridad, y una ruptura, por parte de Merz, con su discurso durante la campaña electoral.
El futuro canciller justifica el nuevo rumbo por el terremoto geopolítico de las últimas semanas tras el regreso de Donald Trump en la Casa Blanca. Considera que ni Alemania ni Europa pueden fiarse ya de la protección estadounidense y por eso deben rearmarse. Y sostiene que la crisis económica, después de dos años de recesión, exige inversiones de miles de millones para reparar y modernizar las maltrechas inversiones.
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