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Milei fuera de foco y el ajedrez de candidatos-herederos de Cristina

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Javier Milei espera que el tiempo apague el fenómeno Cristina Kirchner. Apenas supo -vía Santiago Caputo- que era inevitable un fallo de la Corte Suprema, el presidente compró la teoría de su gurú referida a que la expresidenta tendría un rapto de centralidad pero que, con los días, se extinguiría. Hasta acá, el pronóstico del dandy falló: desde hace más de dos semanas, CFK opera como el principal polo de gravedad.

En Casa Rosada presumían que la movilización del miércoles a Plaza de Mayo sería el último capítulo de Cristina. “Un show de despedida”, ironizó un libertario ante Cenital. No ocurrió: 48 horas después, mientras Milei celebraba el Día de la Bandera en un acto cerrado, entre uniformados y Patricia Bullrich, la exmandataria les habló por audio a varios miles que, por un cerco policial, se mudaron de su casa a Parque Lezama. Método analógico, remake de las grabaciones de Juan Domingo Perón desde el exilio. Lo viejo funciona, dice CFK.

El claroscuro de los Milei con Cristina es sencillo: la hipótesis de que les conviene vivaz para sacarle beneficios electorales en la polarización, tiene el doblez de que con CFK renacida gana potencia la única voz con volumen que embiste y confronta con la Casa Rosada. Nadie le dice a Milei lo que le dice la expresidenta.

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El presente envejece pronto, pero en estos días Cristina ocupó la calle física –motivó una mega marcha a Plaza de Mayo– y el territorio digital. En el mundo X, atmósfera predilecta de los trolls libertarios, la jefa del PJ registró 5 millones de menciones según la consultora Ad Hoc, que mide la conversación en redes. Milei, 2 millones. En 72 horas, solo la condena acumuló 2,7 millones de menciones. Hasta ahora, con 2,5 millones de altísima negatividad para los Milei, el caso $LIBRA había sido el episodio con más rotación tuitera en el último año y medio.

La agenda perdida

En persona, Milei salió a pelear la agenda y perdió. El jueves, luego de una larga y casi irrelevante gira por España, Israel, Roma y Francia, el libertario le concedió una entrevista al animador Esteban Trebucq, en el canal LN+. Según los datos de Kantar-IBOPE, promedió 2.7 de rating con algún pico de 3.1. Quedó tercero detrás de C5N y, buena parte del tiempo, incluso de TN. Luego de un mes sin pantalla, el regreso televisivo del libertario fue un fiasco de audiencia.

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Fue su octavo reportaje en TV en lo que va de 2025. Su última aparición había sido el 20 de mayo en LN+, la pantalla que más frecuenta, y con Luis Majul, su interlocutor preferido, a quien le concedió 10 de las 46 entrevistas que brindó desde que asumió como presidente hace un año y medio, según un relevamiento de elDiarioAR.

Algo cruje ahí. ¿Por qué una entrevista a Milei, luego de casi 20 días sin hablar, y con mucha agenda política caliente, no generó interés? Siempre sobrevuela el asunto de la agresividad presidencial que sus talibanes celebran, pero que incomoda a los adherentes blandos. Pulso Research, la consultora de Juan Adaro, coteja cada mes sobre modos y resultadismo. Hasta febrero pasado, a una mayoría bastante sólida no le importaban las formas de Milei si resolvía la economía. En los últimos cuatro meses, se revirtió.

Quizá exprese otra cosa: que se vuelve más frágil el apoyo porque, en el fondo, lo que no aparece son soluciones efectivas a la economía doméstica. La misma consultora detectó que más del 60% dice que no le alcanza el dinero para cubrir los gastos del mes. El análisis sistemático de ingreso de las familias que realiza Empiria, la consultora de Hernán Lacunza, exministro de Economía de Mauricio Macri, registró en base a datos del INDEC una caída de 2,2 puntos entre febrero y marzo en los “ingresos disponibles” –que coteja salarios con gastos fijos– de los hogares, que entre los sectores más vulnerables fue de -2,7. En la secuencia, los deciles más bajos están casi -18 puntos respecto a noviembre del 2023.

Es cierto que el libertario no se subió, como con otros temas, a la polémica en torno a CFK. Es más: las tropas tuiteras no activaron su arsenal. Quizá porque la hipercentralidad de Cristina le reporta, sin embargo, ciertos beneficios a Milei. El dato del INDEC sobre la desocupación en el primer trimestre, que marca una tendencia negativa, casi pasó debajo del radar sin demasiada atención. A tal punto que Milei dijo, en LN+, lo contrario a lo que informó el INDEC. ¿No tenía el dato o mintió sin pudor?

El peor regreso: la desocupación

Federico Pastrana, de la consultora C-P, peinó los datos de desocupación y los ensambló con la cuestión salarial. Si bien la suba interanual fue de 0,2, se trata del indicador más alto en la gestión Milei. Hay, según Pastrana, datos que encienden alarmas: en el segmento de mujeres de entre 14 y 29 años el desempleo llegó a 19,2%, la desocupación entre los jóvenes se vuelve estructural, en el conurbano el índice llegó a 9,7 y en el gran Córdoba a 9,2. Hay que remontarse a fines de 2019, en medio de la explosión de la crisis del dólar y el cambio de gobierno, para encontrar un número similar.

Pastrana pone la lupa en otro punto: a pesar de la recuperación de la actividad económica, la generación de empleos está a la baja y no da señales de recuperarse. ¿En qué se sostiene el respaldo al Gobierno si la mejoría heterogénea de la economía no redunda en más empleos ni en mejores salarios, sino que aumenta la desocupación y, como explicita Empiria, baja la capacidad de consumo de las familias?

Federico Aurelio, de ARESCO, se topa con esa anomalía de la opinión pública: los mismos consultados que afirman que su economía personal, sus ingresos y sus empleos están mal, tienen expectativas de que va a mejorar la economía del país pero no la tienen respecto a que mejore la suya. Sobre esa base, Cristina y los voceros peronistas replican la advertencia de que “no puede salir bien”. “Estamos al horno”, dijo, en su audio, CFK. Y afirmó que en 45 días se formaron activos en el exterior, con dólares retirados de Argentina, por U$S 4.000 millones.

Un “waiver” para vivir

Eso equivale a “un tercio del préstamo del FMI”, aseguró. El planteo, con sus matices, matchea con un diagnóstico en el que coincide casi todo el ecosistema de los analistas y economistas: el Gobierno incumplirá la meta de “reservas”, algunos plantean que estará 5 mil millones debajo de lo requerido, y que pedirá un waiver que el Fondo le concederá con reproches tímidos. “Kristalina no quiere quilombos. No va a molestar en medio de un proceso electoral porque no quiere que la acusen de interferir”, dice un economista que supo negociar con el board del organismo. Menciona, como antecedente, que en el último año de la gestión de Alberto Fernández, el ministro de Economía Sergio Massa firmaba acuerdos que luego incumplía y eso no derivaba en sanciones del Fondo.

El índice de inflación, que fue de 1,5% en mayo, contrasta con la actividad económica. El informe de junio sobre actividad y expectativas de la Unión Industrial Argentina (UIA) refleja un deterioro de la evaluación presente y de las perspectivas de lo que vendrá. Entre PyMEs, sobre todo entre las más chicas, el panorama es desolador: aunque entre las más grandes aumentaron las ventas y la producción, en ningún segmento aumentó la generación de empleo y entre medianas y chicas cayeron las ventas. Se deterioró, además, la percepción sobre el futuro y la comparación con un año atrás.

El milagro libertario

La inflación a la baja y el dólar barato son dos anclas anímicas fenomenales que le permiten no solo sostener niveles de apoyo al Gobierno sino, sobre todo, plantear un escenario electoral positivo para La Libertad Avanza (LLA). El Ejecutivo apuesta a la implosión del peronismo, cree que la crisis interna es inevitable y que será el factor que le ayudará en la elección.

Los números que lee Milei anticipan que, aun en crisis, el peronismo es competitivo, incluso si LLA y el PRO, como parece, avanzan con un acuerdo electoral en Buenos Aires. Hay un razonamiento básico: Milei necesita más de un triunfo que Unión por la Patria (UxP). Una derrota del peronismo, luego del fracaso de la gestión del Frente de Todos (FdT) y el triunfo libertario en 2023, se presenta como un proceso casi natural porque, además, un Gobierno nuevo –y el de Milei lo es– suele tener un respaldo en la primera elección intermedia.

Cristina y Axel Kicillof, en procesos paralelos y separados –el gobernador lo expuso hace varias semanas-, plantean que hay que desdramatizar una posible derrota electoral. Hay un registro histórico: no solo el peronismo perdió las últimas cuatro legislativas -2009, 2013, 2017 y 2021– sino que la del 2017, con el peronismo en la oposición, fue un proceso necesario para la posterior unidad. En esa lógica, Milei necesita una victoria más que el PJ. Y posiblemente la tenga.

De ahí que CFK activó un planteo en dos planos: si bien es un año electoral, el peronismo debe trabajar en la construcción de un “frente nacional” que no necesariamente tenga –al menos en 2025- una expresión electoral. La expresidenta advierte que se puede pensar en una sintonía legislativa, con sectores con los que no haya unidad electoral, pero con los que se pueda coordinar una táctica legislativa común.

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El eufemismo de la interna

La expectativa de victoria libertaria disparó la interna. Hay un eufemismo, casi infantil, que consiste en plantear que la pelea es entre los Menem, Martín y Eduardo (Lule), y Santiago Caputo. Todo para evitar exponer una tensión entre el asesor y Karina Milei. Lo que separa a Caputo de la hermanísima es el criterio de negociación: el asesor les imputa a los armadores de Karina, los Menem, empujar listas y acuerdos que tensan la relación con los gobernadores y ponen en riesgo un acuerdo, que consideran imprescindible en términos legislativos, con el PRO en la provincia de Buenos Aires.

El exabrupto, para nada inédito, de José Luis Espert en un evento en la UCA se convirtió en insumo para que renazcan los recelos en LLA contra el economista. Apareció el temor a que Espert se convierta, en campaña, en un problema. Según el monitoreo de Pulso Research, tuvo un pico de mala imagen en las últimas semanas. Diego Santilli se relame: espera que los tropiezos de Espert hagan que Milei cambie de opinión.

Fuera de las listas, renació otra tirria intralibertaria. La reforma de la Policía Federal que impulsó Patricia Bullrich, con la conformación de ese FBI criollo, es un movimiento de la ministra para jugar en un territorio del que quedó excluida, la inteligencia, frente al avance de Santiago Caputo sobre áreas sensibles del manejo de información. Se juntan voluntades para hacer caer el decreto de la Federal y forzar una discusión legislativa. Una de las figuras del peronismo con más expertise en el rubro, José Glinski, advierte que reformar la Federal es necesario, darle una nueva función e, incluso, establecer un mecanismo para el ciberpatrullaje. Las objeciones sobre lo de Bullrich es que se autootorga facultades que, en sus manos, no parecen saludables.

El ajedrez herederos-candidatos

La unidad ante la amenaza de una prisión no domiciliaria, o el escarnio a CFK, pausó las tensiones por las listas –que volverá en estos días– pero aceleró los movimientos por la sucesión. Aurelio, que hace años mide el ecosistema peronista, detectaba una dualidad: respecto al liderazgo, CFK está por encima, con bastante margen, sobre Axel Kicillof. Pero a la hora de pensar un candidato para el 2027, Kicillof estaba algo arriba de Cristina. Es un ajedrez que Cristina debe ordenar. ¿Aspira a que Máximo sea ambas cosas? ¿Su sucesor y, además, la figura electoral de su herencia?

Para el gobernador, en términos prácticos, desapareció la principal amenaza futura: una posible candidatura presidencial de CFK que, cierta o no, siempre sería invocada como posibilidad por los sectores K. Eso es relevante al asumir que, en algún momento del 2024, Kicillof dejó de ser el candidato natural de Cristina para la presidencial del 2027. En octubre, cuando se visibilizó la crisis Cristina-Axel, en La Cámpora se empezó a hablar de construir un “candidato propio” para la presidencial del 2027.

La salida de Máximo al mundo mediático, que arrancó con la entrevista en C5N –la primera en vivo en un canal de TV desde que apareció en la luz pública en el acto de La Cámpora de 2014 en el estadio de Argentinos Juniors– expresa una intención de evolución a una dimensión diferente. No es nuevo: meses atrás, procesó como un cambio estructural, haber aceptado que le abran una cuenta de Instagram, algo a lo que se resistió durante años.

La exposición de Máximo –que, por unas horas, apareció como posible orador en Plaza de Mayo, y el viernes habló en Lezama- es un ensayo que podría derivar en que se convierta en candidato en la Tercera Sección electoral. Un sondeo exprés del Observatorio de Psicología Social Aplicada de la Facultad de Psicología de la UBA exploró la cuestión de la sucesión de CFK. Aparece, muy arriba, Axel Kicillof y la sorpresa, más que el escaso peso de Máximo, es el volumen de Juan Grabois, que podría estar entre los tres primeros nombres de la lista de diputados nacionales del peronismo para las elecciones de octubre en la provincia.