El Presidente apuntó contra el detenido senador Edgardo Kueider y contra el kirchnerismo.
El presidente de Argentina, Javier Milei, se encontró recientemente en el centro de un torbellino mediático tras sus contundentes declaraciones sobre el senador Edgardo Kueider, quien se encuentra en el ojo del huracán debido a un escándalo de corrupción. Las palabras de Milei resonaron con fuerza en el ámbito político al afirmar que, de comprobarse la culpabilidad de Kueider, este debería ser “echado a patadas” del Senado.
La afirmación fue realizada después de que el presidente participara en una entrevista de casi tres horas con Daniel Parisini, también conocido como “el Gordo Dan”, un influencer libertario muy popular. A las puertas del estudio donde se llevó a cabo la grabación, un nutrido grupo de seguidores esperó a Milei, quien no dudó en detenerse a firmar autógrafos y a compartir algunos comentarios espontáneos con la prensa presente.
Entre las declaraciones lanzó fuertes críticas al kirchnerismo, declarando que el caso de Kueider es un “problema del kirchnerismo” que deben resolver internamente.
Edgardo Kueider, senador por el Movimiento Justicialista, fue detenido en Paraguay tras ser descubierto intentando cruzar la frontera con 200 mil dólares no declarados, lo cual generó un escándalo internacional. Este jueves, el Senado Argentina planea una sesión especial para discutir el futuro del senador, quien enfrenta un profundo escrutinio mientras la oposición busca su destitución, intentando atraer la atención pública al tema.
Sin embargo, en medio de la controversia, las palabras de Orué, un importante representante de la Dirección de Ingresos Tributarios, añadieron un nuevo matiz al caso. Durante su aparición en medios paraguayos, Orué relató que Kueider supo sobre los potenciales “problemas en Argentina” en el momento de su detención y se autodenominó “afín al gobierno de Milei”. Estas declaraciones generaron confusión y complicaron aún más la postura oficial del presidente frente a un tema que domina los titulares.
En una maniobra inesperada, el partido oficialista, La Libertad Avanza, también pidió la suspensión de Oscar Parrilli, otro legislador en dificultades. La presidenta del Senado, Victoria Villarruel, planteó formalmente este movimiento en el temario, mientras el parlamento se alista para una agitada sesión.
