La discusión de una visita oficial a la Argentina ya había sido considerada en septiembre, cuando los líderes analizaron la posibilidad de llevarla a cabo paralelamente a la reunión del G20 en Brasil.
El próximo 17 de noviembre, el foco del escenario geopolítico internacional se dirigirá hacia Brasil, donde la cumbre del G20 congregará a los líderes más relevantes del mundo para discutir temas cruciales. Estos eventos suelen ser el preámbulo de encuentros bilaterales que tienen el potencial de cambiar el curso de las relaciones entre países.
Siguiendo esta tradición y previa confirmación oficial, se ha anunciado que, luego de participar en el G20, la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, se trasladará a la Argentina, donde sostendrá una reunión con el presidente Javier Milei en Buenos Aires.
La reunión en Buenos Aires, agendada para el 20 de noviembre, es un claro indicio del fortalecimiento de los vínculos entre Argentina e Italia. La relación entre ambos mandatarios ha sido visible, no solo bilateralmente, sino también en foros internacionales. Ya en el mes de septiembre, Meloni y Milei se encontraron en Nueva York, durante los trabajos de la Asamblea General de la ONU.
La discusión de una visita oficial a la Argentina ya había sido considerada anteriormente, cuando los líderes analizaron la posibilidad de llevarla a cabo paralelamente a la reunión del G20 en Brasil.
Cabe recordar que se han evidenciado acercamientos previos entre ambos países, reforzados por la visita del ministro de Exteriores de Italia, Antonio Tajani, a Argentina y Brasil a principios de octubre. Estas visitas han servido de preludio a la reunión de alto nivel entre Meloni y Milei, reafirmando la posición estratégica de Argentina en las relaciones comerciales y diplomáticas con Italia.
Una de las expectativas centrales del gobierno argentino es el potencial anuncio de inversiones que podrían materializarse como fruto de la reunión. Tanto Meloni como Milei han manifestado su interés en el acuerdo del Mercosur-Unión Europea, un tratado que ha sido pospuesto por más de dos décadas y podría encontrar un nuevo impulso en el contexto del G20.
