Policiales y Judiciales
Muerte del egresado Tomy Octavo: el calvario de una madre contra los que hicieron todo mal
Publicada
hace 4 semanasel
“Me decían que en Bariloche en viaje de egresados todos terminan así. Eso me duele un montón, Bariloche es una ciudad hermosa, y que se la vincule con esto, que es joda y seguro te vas a enfermar, no tiene que ser así. Bariloche no tiene que ser signo de enfermedad”.
Así relató Yamila Cáceres al programa Engranaje de Radio Seis su pensamiento superador luego de la tragedia que le tocó vivir, con un contagio de su hijo en el viaje de egresados a Bariloche, la desatención de la empresa y los médicos que lo vieron, y su muerte en Buenos Aires, a donde regresó en muy mal estado.
Yamila es la mamá de Thomas Octavo, Tomy, fallecido por neumonía bilateral “no tratada” el 25 de octubre de 2022.
Se enfermó en Bariloche, al igual que una veintena de compañeros, y volvió en muy mal estado para morir en una clínica de Buenos Aires. “¿Cómo no se dieron cuenta?” preguntó asombrado el último médico que reconoció la gravedad del caso. Podrían haberlo diagnosticado en Bariloche con una simple placa y medicación, y no estaría muerto.
La historia no puede ser más dolorosa y desgarradora para Yamila. Una suma de hechos que comenzaron muy bien y terminaron en tragedia.
La familia era de Buenos Aires de toda la vida, pero se habían mudado a Rosario. Tomy terminó el secundario en la ciudad santafesina, pero sus compañeros “de toda la vida” lo convocaron a hacer el viaje de fin de curso con ellos. Así lo decidió él y su familia lo acompañó. Yamila se contactó con las madres y la empresa que llevaba a los de Buenos Aires, contrató el servicio de la misma empresa de turismo estudiantil, pagó “aparte un seguro médico completo, las guardias, con seguro de vida incluido”, y todo estaba armado para el sueño de todos los pibes: el viaje a Bariloche.
El hotel incluso estaba a pasos de la clínica más importante de Bariloche, a la que nunca lo llevaron.
“El 14 de octubre salieron para Bariloche. El 19 Tomy me dijo que tenía mucha fiebre y que una chica se sentía muy mal también. Cuando me dijo de la fiebre le dije que se lo cuente a los coordinadores, que lo hagan atender, lo revise un médico. Ese día se quedó, no fue a la excursión ni a los boliches. Y lo atendieron en el mismo hotel. Le dijeron que era algo viral, nada importante, que se tome un Ibuprofeno o Paracetamol, no fueron claros, me hizo dudar que fueran dos medicamentos diferentes”, relató Yamila.
Era un contingente de 50 chicos, de los que 22 se enfermaron de algo similar.
“Ese mismo día tuvo vómitos. Lo atendieron en el hotel. Estuvo con ese cuadro hasta el 22, con varios chicos enfermos. A todos los hicieron ver. Nosotros sabíamos que la clínica estaba muy cerca del hotel, pero los coordinadores nos decían que no era tan grave para llevarlos a la clínica. Y decían que todos los chicos en viaje de egresados terminan en ese estado”, continuó Yamila.
Los demás días fueron los compañeros los que quedaron a cargo de Tomy, porque los responsables de la empresa no se hacían cargo. Le avisaron a los coordinadores que Tomy no podía bajar las escaleras porque se sentía muy mal. “Los compañeros eran los encargados de llevarle la comida a la habitación, llevarle la bebida”, dijo Yamila, agregando que antes de partir de regreso el médico que los atendía inyectó a la gran mayoría de los chicos con algo que hasta hoy no se sabe qué es, pero suponemos que es algún antifebril”, recordó.
El 22 el grupo regresó a Buenos Aires. Tomy tenía mucha fiebre y llegó a destino en muy malas condiciones.
Lo imposible
“El 23 llegaron a Buenos Aires. Cuando Tomy bajó del micro estaba en muy mal estado. Le pregunté al coordinador qué pasó, pero me dijo que me quede tranquila, que no es nada, que están todos así”. “Yo también me siento mal”, se atrevió a decirle.
Agregó que no se quedó tranquila y narró el calvario que siguió: “Pensé que pudo ser coronavirus o gripe A, pedí tests en una salita y descartaron eso. Después lo llevé a una salita de Valentín Alsina, en Lanús. La médica lo atendió y dijo que estaba así por la joda del viaje de egresados. ‘Se la pasan al palo’, me dijo. No me quedé bien, estaba convencida de que tenía algo más, le costaba respirar, la fiebre no bajaba, tenía dolores de cuerpo”, relató.
“Lo llevé a la casa de mi hermana, le dejé mi bebé, y fui con Tomy al hospital Penna en Parque Patricios. La guardia estaba colapsada por un accidente, estuvimos cuatro horas y no lo atendieron. Entonces lo llevé a la clínica Santa Bárbara de Villa Soldati. Ahí se derrumbó en la puerta, lo vio un médico y enseguida dijo ‘se va ya a intubación y a terapia’. Me quedé helada, en shock, no entendía que pasaba”, agregó.
“El médico me hizo un montón de preguntas y le conté todo. Me dijo: ‘¿cómo puede ser que nadie se diera cuenta lo que tiene’. Tomy fue ingresado en Terapia Intensica en coma inducido”, dijo Yamila.
Y llegó lo peor: “a la hora me informaron que tenía una neumonía muy avanzada, que no tenía posibilidades de vida, apenas unas horas. ‘Avisá a todos que se vengan a despedir’, me dijeron”.
Velorio y dudas
“Mis dudas empezaron en el velorio. Llegó gente de la empresa, que había dado un comunicado diciendo que había tenido gripe A, lo que era falso. Encargué muchos estudios, incluso post mortem. En el velorio a la gente de la empresa les pregunté ‘¿cómo puede ser que no le hayan hecho ni una placa? ¿Cómo no vieron la neumonía?’ Nadie se dio cuenta”, afirmó Yamila a Radio Seis.
Siguieron para Yamilas entrevistas en televisión y mensajes de Bariloche con información de lo que sucede en los viajes de egresados.
Entre otras cosas le dijeron que su hijo había sido atendido por médicos no matriculados.
Investigación preliminar
La causa judicial llegó a Bariloche en noviembre y días atrás el juez Juan Pablo Laurence aprobó una prórroga en la investigación. Por ahora hay una “investigación preliminar” por homicidio culposo, en la que hay seis personas bajo sospecha. Casi todos médicos. Les falta dar con un coordinador y un médico que se fue a vivir a Santa Fe.
Tanto a la querella como a fiscalía les costó mucho avanzar y por eso pidieron más tiempo para investigar. No hay información sobre los empresarios que deberán responder por esta muerte.
Grotesco
La última anécdota de Yamila no tiene nada que ver con la muerte de Tomy y las responsabilidades médicas. Pero sí con la seriedad del servicio del turismo estudiantil y el descontrol empresario.
“Cuando llegaron a Bariloche les dan una campera y dicen que deben pagarla. Mi hijo no pudo salir, no pudo ir a las excursiones, no la usó. Pero vino el coordinador y como no la tenía dijo que tenbía que pagar. Pagó $18.000 hace dos años. A una chica le pasó lo mismo una chica, que pidió ver las cámaras. Vio en el video que el propio coordinador se robaba las camperas y luego le cobraba las camperas”.
Dijo que Tomy decía que se sentía “tan mal” que pagó sin discutir. “No quiero que me jodan con el seguro, le voy a pagar”, le comentó y dijo que “otros chicos también pagaron”.
MÁS INFORMACIÓN
Te puede interesar
-
Arancelamiento de la educación para extranjeros: representan menos del 5% de los alumnos de universidades públicas
-
Sin luz y sin agua: así está la embajada argentina en Venezuela
-
Ramiro Douglas: “Los caminos van a estar colmados”
-
Encontraron al hombre que se encontraba perdido en la montaña desde ayer
-
Perdió el control y chocó contra una garita en el 4 de Pioneros
-
¿A qué precio irá bitcoin si Trump crea la Reserva Estratégica en EE. UU.?