Cultura y Educación
Pappo, Illya Kuryaki and the Valderramas y Manos de Filippi: rock para los jubilados
Entre 1991 y 1996 acompañaron cada uno a su manera las demandas de los adultos mayores con “Mi vieja”, “Jubilados violentos” y “Sr. Cobranza”. Temas que recobraron inusitada vigencia.
Pappo en la época de “Mi vieja”.
Las medidas de achicamiento que dispuso el gobierno nacional sobre el sector público afectan a muchas franjas de la población, pero especialmente a los jubilados. En las últimas semanas, la histórica concentración de los miércoles en cercanías del Congreso de la Nación adquirió renovada relevancia desde que hinchadas de fútbol comenzaron a acompañarla. Siete días atrás, la movilización trascendió el reclamo puntual que exige recomposición de los haberes previsionales y se convirtió en un auténtico cónclave opositor.
Pero no es la primera vez en la historia argentina relativamente reciente que el así llamado sector pasivo sufre los embates de la indiferencia gubernamental. Durante la década de 1990 se dio una situación muy parecida a la actual, cuando en nombre de principios similares a los que ahora esgrime el partido La Libertad Avanza, el peronismo en su versión menemista practicó ajustes sobre el ámbito previsional que pauperizaron a quienes ya estaban en situación de retiro.
No sabemos qué pueda pasar en la actualidad en cuanto a repercusiones de la situación en el ámbito del quehacer artístico y cultural, pero al menos en el mundo del rock, se acusó recibo unos 30 años atrás sobre la insólita insensibilidad que motivó, entre otras consecuencias, que la gente que había trabajado toda su vida y merecía disfrutar de un descanso o de sus nietos, se viera en la obligación de permanecer en las calles.
Cada uno a su manera y desde subgéneros distintos entre sí, al menos dos grupos y un solista dieron cuenta de la lucha de las jubiladas. Inclusive, se trató de temas muy exitosos que, en ciertos casos, forman parte del repertorio tradicional del rock argentino. Inclusive hace relativamente poco, un encumbrado funcionario nacional hizo referencia a uno de ellos, aunque de manera poco feliz y hasta equívoca.
Dante y Emmanuel, bastante después de su debut y “Jubilados violentos”.
Si alguien pregunta de quién es “Mi vieja”, seguramente la respuesta más usual sea: de Pappo. El Carpo grabó el tema en 1992 para su disco “Blues local” y tal vez sea una de esas canciones que se pide que “sepamos todos” en fogones o reuniones. En efecto, ¿quién no cantó alguna vez las líneas que siguen? “Mi vieja es una jubilada / toda su vida laburo sin parar […] Nadie se atreva, a tocar a mi vieja / porque mi vieja, es lo más grande que hay. / Mi vieja va a la plaza con pancartas / con las pancartas que yo mismo le armé / ella protesta porque ya está harta / de que le afanen una y otra vez”. Y sigue.
Para el programa de Tato
En realidad, “Mi vieja” tiene como autores a Eduardo Frigerio (música y letra) y Sebastián Borensztein (letra). Inicialmente, se ideó para el recordado programa de Tato Bores que por entonces se llamaba “Tato de América”. Se dice que al principio a Norberto Napolitano (Pappo) no le gustó porque es verdad que ese tono entre protestón y humorístico no tenía mucho que ver con su común denominador, pero al final, fue el tema que ubicó al legendario guitarrista en la senda del mainstream. Y véase qué vigencia tiene 33 años después de que ganara las bateas en formato de casete y disco compacto.
Un poco antes habían concretado su primer lanzamiento unos muchachitos que, para la escena del rock de entonces, sonaban un poco raros. Tiempo después el rap, el hip hop y el funk se generalizaron y puede decirse que, en el presente, la cultura hip hop se llevó puesto al rock más tradicional, al menos entre sectores juveniles que tienen necesidad de expresarse rápido y sin vueltas. Pero para 1991, Illya Kuryaki and the Valderramas no terminaban de encajar y generaba suspicacias que el cartel que lograban tuviera que ver con su pedigrí: Dante era (es) hijo de Luis Alberto Spinetta y Emmanuel Horvilleur de un reconocido fotógrafo.
De ese año es “Jubilados violentos”, tema que integró “Fabrico cuero”, el primer CD del tándem. ¿Cómo no recordar su estribillo? “Porque son jubilados violentos / les gusta el guiso / y cabecear pavimento / jubilados violentos / porque son jubilados violentos / les gusta el guiso ¡Hey! ¡Hey! / y cabecear pavimento / jubilados violentos”. Esa mezcla de crítica con ironía y humor tampoco cuajó del todo inicialmente, hasta que Spinetta y Horvilleur impusieron su música con “Chaco” unos años después. Pero aquella letra cínica perduró y de nuevo, hoy goza de una actualidad que nadie preveía par de años atrás.
En el verano de 1995 o de 1996 un pibe deambulaba por Bariloche como músico callejero. Alguien le dijo que para difundir su música tenía que estar en FM Mascaró, la radio que por entonces era sinónimo de rock, cuando en esta ciudad en el dial no llegaban ni a 10 las señales. Tocó en vivo en el estudio de manera acústica un tema de poesía súper explícita que hizo que conductores, operador y todos los que allí estaban, pararan la oreja. Comenzaba así: “Voy a la cocina, luego al comedor / Miro las revistas y el televisor / Me muevo para aquí, me muevo para allá / Norma Plá a Cavallo lo tiene que matar”.
La banda de El Cabra cuando celebró 30 años de trayectoria.
Rápido de reflejos, el operador grabó esa versión de “Sr. Cobranza”, que años después sería objeto de litigio entre Las Manos de Filippi y Bersuit Vergarabat. Desafortunadamente, tamaño testimonio se registró en mini-disc, un formato que resultó muy efímero y ese incunable, se perdió. Aquel muchacho era El Cabra (Hernán Carlos de la Vega), aunque oportunismo mediante, fue la versión la segunda banda la que al menos inicialmente, más caló en el público argentino.
Norma Plá
Como últimamente hay pandemia de desmemoria, quizás haga falta recordar que Norma Guimil de Plá se hizo célebre en la primera mitad de los 90, el descollar en las movilizaciones de jubilados que precisamente, adoptaron como costumbre interrumpir el tránsito en la Avenida Rivadavia a la altura del Congreso para pedir aumentos en sus flacos haberes. No por nada su imagen reverdeció desde el año pasado hasta ahora mismo.
Pappo, Illya Kuryaki and the Valderramas y Las Manos de Filippi, tres elencos musicales de improntas muy diferentes, que legaron “Mi vieja”; “Jubilados violentos” y “Sr. Cobranza”. Tres temas que en 2025 deberían formar parte del arcón de los recuerdos y que, sin embargo, se actualizaron con vivacidad. No sabemos si las nuevas estéticas musicales acusarán recibo de la nueva ofensiva contra la adultez mayor, pero en todo caso, ojalá no sean motivo de una crónica similar a esta dentro de 30 años. No sería justo.