No se conocen. Caminan por las calles de Doha y ni siquiera se imaginan de sus historias cruzadas. El japonés fanático de Diego Armando Maradona y Argentina, de un lado. El argentino enamorado de la cultura japonesa, del otro. En menos de 24 horas, Infobae los cruzó andando por Qatar y compartieron un flash de sus pasiones.
En una de las estaciones de la línea verde del metro de la capital qatarí, un hombre llama la atención por su look: sombrero, gafas tornasoladas color naranja y musculosa gris que descubre un impactante tatuaje en su brazo derecho. La imagen es de Maradona y las letras y números reflejan el término “D10S”. Probablemente muchísimos argentinos fanáticos de Diego tengan un idéntico o similar tatoo, pero cuando coloca sus lentes en la cabeza, este individuo deja entrever que es asiático.
El maradoniano en cuestión es oriundo de Japón y define al Pelusa como su “héroe”. Cuando busca palabras para describir por qué la figura que tiene marcada con tinta en su hombro derecho es tan importante para él, se complica con el inglés e hilvana algunas palabras sueltas que bastan para comprender su idolatría por el Diez: “Es el héroe futbolístico de toda mi vida”, resulta la mejor traducción para la oración con la que se anima a argumentar el motivo de su tatuaje.
Así como las nuevas generaciones admiran a Lionel Messi, todavía muchos que vivieron la época de Maradona lo mantienen en el pedestal.
En plena tribuna del estadio Al Janoub, donde sumó un activista más a su cruzada: el argentino que vive en Australia y se enamoró de Japón.
Seguir leyendo: