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Política y Economía

Preocupación por la exclusión de Río Negro del acuerdo para ampliar el Gasoducto Cordillerano

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Mientras las temperaturas bajan en la región andina y se intensifica la demanda de energía para calefacción, miles de familias en Bariloche siguen sin acceso al gas natural. La decisión de Río Negro de no adherir al acuerdo nacional para ampliar el Gasoducto Cordillerano genera fuerte preocupación y pone en riesgo obras clave para afrontar esta época. 

30/05/2025 14:33 Hs.

El frío comienza a golpear en la ciudad. Foto archivo: Marcelo Martínez

El invierno comienza a hacerse sentir en Bariloche y en toda la región cordillerana de Río Negro, donde cada año se repiten las mismas postales: familias que dependen de garrafas, leña o artefactos eléctricos costosos para calefaccionarse, con serias dificultades para sostener los gastos o garantizar condiciones seguras en sus hogares.

En ese contexto, crece la preocupación por la decisión del Gobierno de Río Negro de no suscribir el acuerdo nacional para avanzar con la ampliación del Gasoducto Cordillerano, una obra largamente esperada por la comunidad andina y fundamental para extender el acceso al gas natural.

Mientras provincias vecinas como Chubut y Neuquén ya firmaron el convenio que habilita financiamiento y ejecución inmediata de nuevas conexiones, Río Negro quedó al margen del proceso, dejando afuera a localidades estratégicas como San Carlos de Bariloche, una de las zonas más afectadas por la saturación del sistema actual.

Desde el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS), se advirtió que la decisión provincial de no participar del acuerdo implica que las obras en territorio rionegrino no se concretarán en esta etapa, lo que representa un retroceso en términos de infraestructura y justicia social para el sur provincial.

La ampliación del Gasoducto Cordillerano permitiría descomprimir la red existente (hoy al límite de su capacidad) y habilitar nuevas conexiones domiciliarias en barrios que llevan años esperando una solución. En muchos de ellos, el servicio aún no llega, y las familias deben afrontar el invierno con recursos limitados y altos riesgos.

“Es gravísimo que Río Negro haya decidido retirarse del acuerdo. En Bariloche, miles de familias vienen reclamando una solución estructural desde hace años. Al no participar del convenio, la ciudad queda excluida del financiamiento y pierde prioridad en las ampliaciones del gasoducto”, señaló la legisladora Magdalena Odarda, quien mantuvo recientemente una reunión con autoridades del ENARGAS para exponer la situación.

Desde su banca, la legisladora impulsa un proyecto de ley para declarar la emergencia energética en Río Negro, con el objetivo de que se destinen recursos específicos y se ejecuten las obras estructurales necesarias para garantizar el acceso equitativo al gas natural en todo el territorio provincial.

La situación se agrava si se tiene en cuenta que Bariloche y otras ciudades de la región atraviesan uno de los períodos más difíciles del año, con temperaturas extremas, alto consumo energético y mayor vulnerabilidad en los sectores populares.

El acceso a la energía no solo es una necesidad básica: en la Patagonia, se vuelve una cuestión de salud y dignidad. La exclusión de Río Negro del acuerdo nacional vuelve a poner en evidencia las brechas estructurales que persisten y la urgencia de políticas públicas que prioricen a las comunidades más postergadas. (ANB)