Sociedad
Qué es el “No Buy”, la tendencia que debería preocupar a las marcas
El fenómeno se expande entre los más jóvenes, quienes priorizan el ahorro y la autenticidad frente al consumo impulsivo.
En un mundo donde el consumismo frenético ha sido norma durante años, una nueva tendencia conocida como ‘No Buy’ ha comenzado a desafiar el dominio de las marcas de lujo. Principalmente acogido por la Generación Z, el movimiento prioriza el ahorro y la autenticidad por sobre los impulsos de compra, chocando directamente con las estrategias de mercado tradicionales del sector del lujo.
En este marco, el viejo paradigma de ‘comprar hasta que caigas’ está siendo puesto a prueba, ya que la creciente consciencia entre los jóvenes ha dado paso a una filosofía donde menos es más. Estos consumidores, aunque aún construyen sus finanzas, están logrando influir en las tendencias de compras de sus familias, sentando un precedente en cómo se define el valor en el mercado.
El núcleo de ‘No Buy 2025’ gira en torno a una vida más sencilla y con menor dependencia de artículos materiales, combinando estos valores con memes que amplifican el mensaje en redes sociales.
¿Qué es el movimiento #NoBuy?
El reto #NoBuy, que ya acumula miles de publicaciones en TikTok, busca reducir el consumo de artículos no esenciales. Ropa, maquillaje, libros, gadgets tecnológicos y hasta cafés para llevar quedan fuera del presupuesto, todo con el objetivo de ahorrar dinero, combatir el consumismo y ganar control sobre nuestras finanzas.
Pero esto no sólo es una cuestión económica, sino que va más allá; quienes se suman destacan beneficios emocionales y ambientales. Menos compras significan menos estrés financiero y una menor huella ecológica. Las reglas del “no buy 2025” son estrictas. Entre ellas, destaca la prohibición total de adquirir ropa nueva (ni siquiera de segunda mano), maquillaje o cualquier cosa que no sea esencial para su día a día. “Es una forma de desafiarme y aprender a valorar lo que ya tengo”, explica Rebecca Sowden, creadora de contenidos en TikTok.
Rebecca Sowden, creadora de contenidos en TikTok, comparte en uno de sus vídeos que se hizo viral (con más de 200 mil likes) sus estrictas reglas para su año sin compras. Entre ellas, destaca la prohibición total de adquirir ropa nueva (ni siquiera de segunda mano), maquillaje o cualquier cosa que no sea esencial para su día a día. “Es una forma de desafiarme y aprender a valorar lo que ya tengo”, explica.
El impacto en la industria ya se siente. Las ventas de gigantes de lujo como LVMH han descendido; el último trimestre vio una baja general del 3%, en parte ocasionada por una baja del 5% en los rubros de moda y marroquinería. Expertos en consultoría como Bain & Company y McKinsey predicen que estas tendencias podrían llevar a descensos históricos en las ventas, imponiendo urgencia en agregar autenticidad a las marcas en un mercado que pide a gritos más sostenibilidad económica y social.
El ejemplo va más allá del sector lujo. Desde errores estratégicos como la inflación de precios que ha alienado a millones de consumidores, hasta un cambio de foco hacia líneas más exclusivas o de buena relación calidad-precio, las firmas buscan formas nuevas de resonar con una clientela más consciente. Incluso mientras la cosmética y perfumes salvan los números con su atractivo de “lujo accesible”, la industria en su conjunto debe adaptarse.
Quizás estemos siendo testigos del crepúsculo del lujo desenfrenado y la aparición de un mercado donde la practicidad y autenticidad reinician el curso del comercio minorista global. El desafío para las marcas radica en cómo sincronizar su exclusividad con las nuevas prioridades del público. Sería imprudente ignorar estos cambios, ya que no existe aún un fin claro para esta corriente de consciencia económica. ‘No Buy’ podría ser más que una moda pasajera; ofrece una oportunidad transformadora para reafirmar lo valioso frente a lo seductor, renovando el ciclo de consumo hacia una dirección más sostenible.