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hace 10 mesesel
El bazo es un órgano que está ubicado justo debajo de la caja torácica izquierda y cuando se dilata se le conoce como esplenomegalia, según explica la organización sin fines de lucro y especializada en salud, Mayo Clinic.
Un caso de bazo dilatado puede deberse diferentes afecciones, como infecciones, enfermedad hepática y algunos tipos de cáncer.
En muchos de los casos, un agrandamiento del bazo no causa síntomas. A menudo, se descubre este malestar durante un examen físico de rutina.
Por lo general, un médico no puede sentir el bazo de un adulto, a menos que esté agrandado. Las pruebas de diagnóstico por imágenes y los análisis de sangre pueden ayudar a identificar la causa del agrandamiento del bazo.
El tratamiento para el agrandamiento del bazo depende de su causa. Por lo general, no es necesario realizar una cirugía para extirpar el bazo, pero a veces se recomienda.
Síntomas
Por lo general, el agrandamiento del bazo no causa signos ni síntomas, pero a veces ocasiona:
Cuándo debes consultar a un médico
Acude a tu médico inmediatamente si tienes dolor en la parte superior izquierda del vientre, especialmente si es intenso o el dolor empeora cuando respiras profundamente.
Diagnóstico
Por lo general, el agrandamiento del bazo se descubre durante un examen físico. A menudo, tu médico puede sentirlo examinando suavemente la parte izquierda del abdomen. Sin embargo, en el caso de algunas personas, especialmente en aquellas que son delgadas, a veces se puede sentir un bazo de tamaño normal saludable durante el examen.
Para confirmar el diagnóstico del agrandamiento del bazo, tu médico puede indicar estas pruebas:
Encontrar la causa
A veces, se necesitan más pruebas para encontrar la causa de un agrandamiento del bazo, incluido una biopsia de médula ósea.
Se puede extraer una muestra de médula ósea sólida en un procedimiento denominado biopsia de médula ósea. O bien, se puede realizar una aspiración de médula ósea, en la que se extrae la parte líquida de la médula. Ambos procedimientos pueden realizarse al mismo tiempo.
Las muestras de médula ósea líquidas y sólidas suelen tomarse de la pelvis. Se introduce una aguja en el hueso a través de una incisión. Antes de la prueba recibirá anestesia general o local para aliviar las molestias.
La biopsia con aguja del bazo es poco frecuente debido al riesgo de sangrado.
El médico puede recomendar una cirugía para extirpar el bazo (esplenectomía) con fines de diagnóstico cuando no hay una causa identificable para el agrandamiento. Lo más frecuente es que se extirpe el bazo a modo de tratamiento. Tras la cirugía para extirparlo, el bazo se examina con microscopio para comprobar si existe un posible linfoma de bazo.
Tratamiento
El tratamiento para el agrandamiento del bazo se enfoca en lo que lo está causando. Por ejemplo, si tienes una infección bacteriana, el tratamiento incluirá antibióticos.
Conducta expectante
Si tienes el bazo agrandado, pero no tienes síntomas y no sabes la causa, tu médico podría sugerir una espera en observación. Acude a tu médico para que te evalúe de nuevo en 6 a 12 meses o antes si desarrollas síntomas.
Cirugía para extraer el bazo
Si un bazo agrandado causa complicaciones graves o no se puede identificar o tratar la causa, la cirugía para extirpar el bazo (esplenectomía) podría ser una opción. En los casos crónicos o críticos, la cirugía puede ofrecer la mayor esperanza de recuperación.
La extirpación electiva del bazo se debe considerar cuidadosamente. Se puede llevar una vida activa sin bazo, pero es más probable que se contraigan infecciones graves o que incluso pongan en riesgo la vida tras la extirpación del bazo.
Disminuir el riesgo de presentar una infección después de la cirugía
Después de la extirpación del bazo, ciertas medidas pueden ayudar a reducir el riesgo de infección, entre ellas:
Una serie de vacunas antes y después de la esplenectomía. Entre ellas se encuentran las vacunas contra el neumococo, el meningococo y el Haemophilus influenzae tipo B, que protegen contra la neumonía, la meningitis y las infecciones de la sangre, los huesos y las articulaciones. Necesitarás, también, la vacuna antineumocócica cada cinco años después de la cirugía.
Tomar penicilina u otros antibióticos después de la cirugía y en cualquier momento en que tú o el médico sospechen la posibilidad de una infección.
Llamar al médico ante el primer signo de fiebre, que podría indicar una infección.
Evitar viajar a partes del mundo donde ciertas enfermedades, como la malaria, son comunes.
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