Policiales y Judiciales
“Qué querés si se nos fue la mano”: a Otoño la apuñalaron, la única "certeza científica" aportada hasta el momento
(ESPECIAL GNR Noticias).- Después de cuatro jornadas de audiencias en el juicio por el femicidio de Otoño Uriarte un médico forense fue el primero en aportar certezas. Ismael Hamdan, concluyó, luego de cruzar datos con un suboficial que la víctima tenía un puntazo a la altura de la tercera vértebra. Por ahora es la única prueba más cercana a la convicción. Se viene una semana de testimonios policiales fuertes.
Indicios y probabilidades caracterizaron la escasa prueba de las primeras cuatro jornadas del juicio. Algunas hipótesis y teorías que arrojan sospechas sobre los imputados. Pero solo sospechas, como por ejemplo la confesión que Otoño le hizo a sus amigas del colegio dos semanas antes de desaparecer. En esa charla la víctima aludió a que los hermanos de Victoria, otra compañera, la molestaban. Hacía referencia a los imputados Cau y Jafri. Una charla entre otro de los acusados y un hombre del barrio que pedía algo a cambio de silencio: “que querés si se nos fue la mano”, habría dicho. Otra conjetura. El encuentro entre Otoño y Lagos, que llevaba un bebé. Tercera presunción.
El tribunal se muestra estupefacto ante la fragilidad de la prueba aportada hasta el momento. Sin embargo, sobre el final de la jornada del viernes, el histórico médico forense Ismael Hamdan – ya jubilado – aportó lo más cercano a una prueba científica que se vio hasta ahora en el debate.
Sostuvo sobre la base de sus 3.000 autopsias ‘de experiencia’ que Otoño tenía un puntazo en la zona izquierda a la altura de la tercera vértebra. No pudo afirmar si la herida era mortal o incluso sí se produjo después del deceso. Tampoco el tiempo en que el cuerpo estuvo en el canal, entre tres y seis meses, estimó. Ese periodo arroja una ventana entre la desaparición y el hallazgo: ¿estuvo retenida merced a una red de trata como dice la querellante?, ninguna prueba por ahora. Bien pudo terminar sumergida en ese sitio apenas desapareció.
Hamdan no descubrió nada en la primera autopsia pero después el suboficial de la policía de apellido Muñoz, entonces a cargo de Criminalística, le informó que había coincidencias entre los cortes que tenía la campera, la remera y el corpiño de la víctima. Cotejó esas telas con el cuerpo y descubrió la herida.
Una escena escalofriante
Muñoz fue el primero en tomar contacto con el cadáver. Había quedado atascado en el desarenador al fondo del canal principal de riego, en la zona que se conoce como El Treinta. Este dispositivo consiste en un habitáculo de 60 centímetros con rejas, cuyo objetivo es impedir el paso de basura a las turbinas. Había una rama de olivillo que retuvo el cuerpo, además de musgo (que describieron como lama), objetos de pesca y yuyos.
La lama y estos elementos sirvieron de protección para el torso: por eso se halló la campera, la remera, el corpiño, la bombacha, una calza y un pantalón de buzo que llevaba encima. El resto sufrió la violencia del paso del agua, que desprendió todas las extremidades. El cráneo quedó sobre el torso con el colgante que sirvió para reconocerla.
Los policías que investigaron
Esta semana se espera el testimonio de los dos policías que conformaron la primera comisión investigadora: se trata de Daniel Jara, hoy ministro de Seguridad, y de su colega Retamal, que en los hechos era el que elaboraba los informes. El tándem policial llevó a la destituida jueza María del Carmen García la hipótesis de que los autores habían sido Antilaf, Lagos y los hermanos Cau y Jafri. El resultado del juicio es una prueba de fuego para Jara porque si los absuelven se desploma toda su investigación y podría sumar un segundo gran fracaso en su carrera junto con el caso del homicidio de Lucas Muñoz.
El otro testimonio es del comisario Ives Vallejos, que estaba previsto para el jueves pero presentó reposo médico. Vallejos es altamente cuestionado por el entorno de Otoño. Era el comisario a cargo de la Unidad 26 de Fernández Oro y creen que demoró y entorpeció la pesquisa.
En la semana también está prevista la declaración de otros médicos y genetistas, aunque sin demasiada expectativa. Hamdan ya dio cuenta del estado del cuerpo que no sirvió para aportar nada de prueba. Ni siquiera se pudo reconstruir el ADN completo. En la ropa interior también hallaron ADN masculino, que la acusación se lo atribuye a uno de los imputados. Pero esa prueba está tan degradada que carece de sustento científico. La querella confía más que la fiscalía en llegar a buen puerto, las defensas – sin mayores esfuerzos- administran los tiempos del proceso