Sandra Díaz es docente e investigadora de la Universidad Nacional de Córdoba y el Conicet.
En febrero obtuvo el Premio Tyler al Logro Ambiental.
La revista Time distinguió a la bióloga argentina Sandra Díaz como una de las 100 personalidades más influyentes del mundo. Se trata de una investigadora superior del CONICET y docente en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
La publicación estadounidense confecciona todos los años una selección de las 100 figuras globales más relevantes dividida en 6 categorías: artistas, líderes, íconos, innovadores, titanes y pioneros. La ambientalista es una de las 7 personas latinas que figuran en la nómina y fue incluida en la categoría “innovadores”.
En febrero, Díaz obtuvo el Premio Tyler al Logro Ambiental, conocido como el “Premio Nobel del Ambiente” y otorgado por la Universidad del Sur de California. Fue establecido en 1973 para reconocer las contribuciones sobresalientes de trabajos sobre el medio ambiente, la energía y la salud.
En su investigación vinculó la biodiversidad con la humanidad. Bajo ese marco, la revista expresó: “Los buenos maestros no solo conocen el número de niños en su clase, sino que también entienden las características de cada niño individual y la dinámica de las interacciones en el aula. Lo que un buen maestro hace en un aula, la ecóloga Sandra Díaz lo hace para el mundo natural”.
La profesional busca comprender de qué forma las plantas y los ecosistemas brindan, o en ocasiones perjudican, a distintos sectores sociales. Su enfoque intenta captar la complejidad de estas relaciones, explorando cómo los beneficios de la naturaleza dependen del contexto social y cultural de quienes los reciben.
Asimismo, Time remarcó el “esfuerzo importante para la investigación científica y la protección de la biodiversidad en todo el mundo”. Y explicó que Díaz “utiliza su investigación para evaluar y cuantificar la biodiversidad funcional, ayudando a elevar nuestra comprensión de este proyecto crucial desde simplemente contar especies hasta un examen complejo de sus roles en diferentes ecosistemas”.
Nacida y formada en Córdoba, Díaz se convirtió en una figura clave dentro del panorama científico argentino, especialmente en el campo de las ciencias ambientales. Bióloga de profesión, se desempeña como investigadora superior en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV), una institución que integra el CONICET y la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Además, es docente universitaria y dirige el Núcleo DiverSus, enfocado en la investigación sobre biodiversidad y sustentabilidad.
