Entramos en la temporada de judías verdes. Durará hasta que termine el verano y en su transcurso las encontraremos redondas y planas, verdes lisas y también jaspeadas. Puede que te persiga un fantasma de judías recocidas, tristes e insípidas de la niñez, pero nunca es un mal momento para volver a darles una oportunidad: esta hortaliza admite todo tipo de cocciones y puede ser la protagonista de un plato así como un excelente acompañamiento.
En esta receta las condimentamos con ganas y con un buen toque picante para luego saltearlas y disfrutarlas con arroz blanco y un huevo frito. Este plato único admite variantes: las judías pueden ser del tipo que quieras –controla el tiempo de cocción en consecuencia–, el arroz blanco se puede cambiar por integral, otro cereal, patatas en cualquiera de sus formas o cuscús, el huevo puede prepararse a la plancha, pochado o cocido –aunque no recomiendo perderse la lujuria de la yema cremosa–, y el picante, si no te gusta, puedes obviarlo.
Ingredientes
Para 2 personas
- 300 g de judías verdes planas o redondas
- 1 diente de ajo
- 2 guindillas secas pequeñas
- 2 huevos
- 170 g de arroz blanco de grano corto o largo
- Sal
- Pimienta negra
- Aceite de oliva
Instrucciones
1.
Retirar los rabitos de las judías con un cuchillo. Cortarlas en bisel –en diagonal– de un centímetro de ancho.
2.
Colocarlas en un bol y mezclarlas con una cucharada de aceite de oliva, las guindillas picadas finas, el diente de ajo rallado, sal y pimienta negra al gusto. Mezclar y reservar.
4.
Calentar una sartén a fuego medio-fuerte. Saltear las judías con todo el aceite que haya en el bol durante tres o cuatro minutos, meneando la sartén regularmente.
5.
Una vez estén un poco doradas, bajar a fuego medio y añadir 50 ml de agua –medio vaso aproximadamente– y dejar que se terminen de cocinar.
7.
Servir las judías salteadas con el arroz blanco y el huevo frito encima.
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