Los zapatos habían sido robados de un museo en 2005 y recuperados en 2018.
Inmersos en el legado de Hollywood, un par de las zapatillas de rubí que portó la icónica Judy Garland en “El Mago de Oz” (1939) han vuelto a capturar la atención mundial al ser subastadas nada menos que por una extraordinaria suma de 28 millones de dólares. Después de casi dos décadas de misterio, el valor emotivo y cinematográfico de este par de zapatos demostró ser incalculable, triplicando las estimaciones iniciales en cuestión de minutos durante una vibrante puja.
El evento de subasta fue llevado a cabo por Heritage Auctions, que inicialmente había estipulado un precio de 3 millones de dólares o más para estas piezas únicas. Sin embargo, la sorprendente respuesta del mercado, caracterizada por enérgicas ofertas transmitidas por teléfono, culminó en una venta final que dejó boquiabiertos a todos los presentes. Al incluir la comisión de la casa de subastas ubicada en Dallas, el comprador anónimo terminará abonando nada menos que 32,5 millones de dólares por este icónico par.
Los zapatos, que gozaban de una tranquila exposición en el Museo Judy Garland en Grand Rapids, Minnesota en 2005, fueron robados en un atrevido acto por Terry Jon Martin. Utilizando un martillo, Martin rompió el cristal de la entrada y sustrajo las zapatillas en un robo que dejó el mundo del cine asombrado por muchos años.
Los detalles de este préstamo involuntario del museo permanecieron ocultos hasta que las autoridades del FBI recuperaron las zapatillas en 2018. A lo largo del proceso legal, Martin fue finalmente acusado en mayo de 2023 y se declaró culpable en octubre de ese año. Sin embargo, fue notoriamente frágil quien enfrentó su sentencia en enero, presentándose en silla de ruedas y con un tanque de oxígeno debido a su estado de salud deteriorado. Explicando la trama detrás del robo, su abogado reveló que Martin, quien ya poseía antecedentes de sustracción de bienes, contemplaba hacer “un último gran golpe” con la motivación de que las joyas en los zapatos justificaban un valor asegurado de 1 millón de dólares, un rumor que le fue susurrado por un viejo conocido vinculado con la mafia.
