Con el objetivo de garantizar el cumplimiento de las obligaciones ambientales, laborales y técnicas, el Gobierno de Río Negro llevó adelante un operativo conjunto de inspección en la obra del oleoducto Vaca Muerta Sur, en distintos puntos del trazado.
El procedimiento involucró a equipos técnicos de los organismos provinciales de Ambiente y Cambio Climático, Hidrocarburos, Minería, DPA y la Secretaría de Trabajo. La recorrida incluyó el obrador principal en Chichinales, ubicado en el kilómetro 66 de la segunda etapa del ducto, así como otros frentes de obra sobre la barda norte, donde se encuentran trabajando más de 800 personas.
“Hoy vinimos todos los organismos de la provincia de Río Negro que nos encargamos de fiscalizar y controlar la actividad de la construcción del Vaca Muerta Oil Sur”, explicó Amelia Lapuente, técnica de la Secretaría de Hidrocarburos.
Durante la inspección, los equipos se dividieron para abordar cada área específica. “Pudimos observar trabajos de soldadura mecanizada en la planta de doble junta, donde se emplea tecnología de alta precisión sin intervención manual, garantizando estándares de calidad a través de evaluaciones radiográficas”, detalló Lapuente.
El operativo también incluyó el control de la trazabilidad del material, la seguridad e higiene en los frentes de obra, la gestión de residuos especiales y la fiscalización de las condiciones laborales. “Estas inspecciones son de rutina y se realizan de manera permanente. En esta ocasión, sumamos un trabajo conjunto que nos permite un control aún más exhaustivo”, agregó.
La segunda etapa del oleoducto contempla más de 430 kilómetros de ducto que conectarán Allen con Punta Colorada, consolidando a Río Negro como un eje estratégico en la exportación de petróleo desde Vaca Muerta hacia el mundo. La primera etapa, actualmente en funcionamiento, une Loma Campana con Allen en un tramo de 130 kilómetros.
