Un hombre con un extenso prontuario delictivo, identificado como Marcos Vidal Valenzuela, se fugó tras quitarse la tobillera electrónica que le había sido impuesta para cumplir prisión domiciliaria en una iglesia del barrio San Francisco. Vidal Valenzuela, conocido por múltiples delitos graves, incluyendo tráfico de estupefacientes, escapó del domicilio que había fijado en el establecimiento religioso ubicado en la calle Quito, entre 6 y 4.
El pastor a cargo de la congregación fue quien alertó a la policía sobre la fuga del convicto, aunque no pudo aportar información sobre su paradero. La preocupación entre los vecinos creció rápidamente tras conocer la noticia, especialmente debido a los antecedentes violentos del prófugo.
Sandra, una vecina del barrio Don Bosco, expresó su preocupación en diálogo con el programa Engranaje de Radio Seis: “Desde que este hombre estuvo detenido, no hubo más robos ni amenazas. Si bien la familia de esta persona es muy violenta, tanto la mujer como los hijos, a nosotros los damnificados no nos avisaron que le daban la libertad con tobillera. La libertad se la dieron hace 2 días”.
El malestar entre los habitantes del barrio creció cuando se enteraron de la fuga, aparentemente comunicada por WhatsApp, y también por la respuesta de las autoridades. Según Sandra, “Hoy, cuando llamé a Fiscalía, el secretario de la doctora Cendón me dijo a las 12 del mediodía que no sabía que se había escapado”.
Vecinos señalaron que la presencia de Vidal Valenzuela generó una gran inquietud en el barrio, especialmente entre aquellos que fueron víctimas de sus acciones delictivas en el pasado. “Es un tipo muy violento, a mis padres los tiene amenazados. Mi padre es un hombre de 80 años con problemas cardíacos. Mi madre es una mujer con epilepsia de 72 años. Estamos todos muy preocupados”, aseguró Sandra, cuya familia fue directamente afectada por el prófugo.
Anoche, según los testimonios recogidos, la situación en el barrio era de alta tensión. “El tipo andaba por el barrio. Se llamó a la policía y mucho no hacen. Estamos todos muy preocupados, porque es un tipo muy violento y se violenta con gente que no se puede defender”, agregó la vecina.
La comunidad también cuestiona duramente la decisión judicial que permitió que Vidal Valenzuela cumpliera la pena en prisión domiciliaria. “Entró a robar a la casa de mis padres, y se llevó todo, hasta la comida de los gatos. Rata, a las cinco de la tarde. Hicieron el allanamiento, lo detuvieron y un juez, muy suelto de cuerpo, le da prisión domiciliaria en una iglesia. A mí no me entra eso en la cabeza, porque a un tipo con los antecedentes que tiene y lo violento que es, no le pueden dar prisión domiciliaria con un dispositivo que todos sabemos que nadie controla”, expresó con indignación.
La fuga de Vidal Valenzuela no solo ha desatado una ola de temor en Don Bosco, sino también un fuerte cuestionamiento hacia el sistema de justicia y el control de los reclusos bajo arresto domiciliario. “Sentimos que tenemos que estar encerrados nosotros y ellos andan sueltos por la vida como si nada. Mi pregunta es por qué un juez le da prisión domiciliaria con tobillera a un tipo que tiene más de 30 denuncias hechas”, concluyó Sandra.