Reunieron una fuerza de 50.000 soldados para recuperar el territorio de la región de Kursk, tomado por Ucrania en agosto.
La situación en la región de Kursk ha escalado rápidamente con la cooperación militar entre Rusia y Corea del Norte. Según informes de inteligencia de Estados Unidos, ambos países han reunido una fuerza combinada de 50.000 soldados para intentar recuperar este territorio, que Ucrania logró capturar en agosto.
La región de Kursk, situada en el suroeste de Rusia y cerca de la frontera con Ucrania, se ha convertido en un punto crítico del conflicto tras la incursión ucraniana. Hasta el momento, las fuerzas rusas habían limitado sus operaciones a bombardeos con artillería y ataques con misiles, pero se cree que ahora están preparadas para lanzar una ofensiva de gran escala para retomar la zona.
Lo que llama la atención de esta nueva fase de la guerra es la incorporación de tropas norcoreanas. Se estima que Corea del Norte ha enviado más de 10.000 soldados, quienes se han dividido en dos grupos: unidades de asalto y unidades de apoyo para realizar tareas de seguridad en las áreas recuperadas por Rusia. Por el momento, se están llevando a cabo entrenamientos conjuntos en el extremo occidental de Kursk.
Implicaciones internacionales
Desde la perspectiva de Estados Unidos, esta alianza militar entre Moscú y Pyongyang representa una preocupante escalada en el conflicto. Washington teme que la presencia norcoreana no solo fortalezca a Rusia en este frente, sino que también provoque un mayor desbalance en la región, dificultando los esfuerzos diplomáticos para poner fin a la guerra.
Según analistas, la sorpresiva incursión de Ucrania en Kursk debilitó las posiciones rusas en el este, obligando a Moscú a reconfigurar sus estrategias y a buscar apoyo militar externo para estabilizar sus frentes.
Por su parte, Kiev está alerta ante un posible ataque inminente. Las autoridades ucranianas han señalado que la concentración de fuerzas en Kursk, junto con la presencia de soldados norcoreanos, sugiere una ofensiva masiva en los próximos días. Esto podría poner a prueba la resistencia ucraniana, ya que parte de sus recursos están desplegados en el este del país.
Un nuevo frente en la guerra
Esta situación podría cambiar el curso del conflicto, abriendo un nuevo frente de combate con implicaciones geopolíticas significativas. La participación de Corea del Norte en apoyo de Rusia marca una inédita cooperación militar entre dos naciones que ya comparten intereses estratégicos en oposición a Occidente.
