En Andalucía, España, el cuchillo no solamente era una herramienta, sino también un símbolo cultural.

Ha sido utilizado por pastores, agricultores y cazadores a lo largo de los siglos. Además su presencia en festividades y eventos tradicionales le da la importancia que tuvo y tiene en la vida cotidiana y cultural de los Andaluces.

Su hoja ancha en el recazo disminuyendo hacia la punta, terminando la misma en una punta aguja, le da una prestancia intimidante, quizás tiene un aire al cuchillo criollo Argentino, sin dudas por el acontecer de nuestra historia, fue fuente de inspiración para el facón criollo.

Por lo general la hoja del cuchillo Andaluz tenía unos grabados ornamentales que embellecen el a la misma.

Poseía un refuerzo en le recazo para darle fortaleza en el lugar que se une la hoja con la espiga es el punto critico de todo cuchillo de espiga escondida.

Podemos observar el refuerzo decorativo en el recazo

El cabo del cuchillo guarda una gran similitud con el cuchillo canario, obviamente ambos por estar influenciados por el mismo país de procedencia.

En esta imagen podemos observar la modificación del cuchillo Andaluz, utilizado como unas de las primeras bayonetas de taco.

Mis queridos amigos espero que haya sido de su agrado, los cuchillos Andaluces son realmente hermosos y de un estilo único.

Gracias por los comentarios y a los que leen la columna de cuchillos con historia, todas las semanas.

Suarez Edgardo Hugo

Forjador, coleccionista e Historiador

Instagram @cuchillosedgardo

Youtube “ edgardosuarez1213”

El martes pasado se llevó a cabo la firma del Acta Acuerdo en Casa Rosada para sellar la re designación de la jurisdicción de las líneas que operan exclusivamente en la Ciudad de Buenos Aires.

En ese contexto, el distrito liderado por el Jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, tras haber protagonizado el acto junto con el presidente Javier Milei, lanzó un comunicado destacando los principales puntos del acuerdo.

En el breve documento, aclaran que CABA asumirá bajo su cargo la totalidad de los subsidios desde el primero de septiembre, lo que permitirá que las tarifas de colectivos se mantengan “por el momento” en los niveles de precios actuales.

Lo que representa un alivio para los pasajeros -en agosto cayó un 6% la demanda de viajes por el aumento del boleto-, se mantiene como un problema para las empresas representantes del sector.

Según explica Luciano Fusaro, titular de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), las empresas sostienen que entre tarifa y subsidios se reconoce un boleto de $870, cuando el costo real se eleva a $1.400.

¿Eso implica que los pasajeros deberían pagar $1.400 cada vez que realizan un viaje un colectivo? Dependerá de dos factores.

En primer lugar, el administrativo. Concretado el traspaso, será potestad de la Ciudad fijar las tarifas, los recorridos y realizar la fiscalización del sistema.

Para que eso suceda, el acuerdo entre Nación y el gobierno porteño deberá ser refrendado por una Ley de la Legislatura, que deberá incluir la creación de un organismo con función similar al de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT).

Hasta ese entonces, la decisión sobre esos aspectos es de la Nación y Ciudad acatará desembolsando los subsidios correspondientes. Incluso aunque CABA propusiera cambios, el Gobierno Nacional en tal caso debería aprobarlos.

El segundo factor está vinculado a la estructura de costos. No solo AAETA y CABA reconocen un atraso en ese sentido, sino también la propia Universidad de Buenos Aires, que escribió un informe al respecto. La UBA advierte por un descalce entre cobertura de costos reales y los costos reconocidos por el regulador, “el que se fue acrecentando a lo largo del período analizado”.

A partir de los costos estimados, la tarifa regulada y los subsidios asignados “se identifica una diferencia que afectó los ingresos de los concesionarios”

Según el documento, firmado por el economista Alejandro Einstoss, en el período comprendido entre diciembre de 2015 y diciembre de 2019, el 7,9% de los costos estimados del servicio no fueron reconocidos por el regulador y fueron compensados a partir de ingresos no percibidos por los concesionarios.

Luego, entre enero de 2020 y noviembre de 2023 quedaron sin compensación el 12,6% de los costos del servicio a valores de mercado. Finalmente, en la última etapa entre diciembre de 2023 y julio de 2024, el porcentaje de costos no reconocidos por la autoridad de aplicación alcanzó el 34%.

De todos modos, Fusaro aclaró a Ámbito que el estudio de UBA analiza “todos valores sin IVA”, en tanto los $1.400 propuestos incluyen el IVA de 10,5% en este caso que pagaría el usuario si se trasladara todo a tarifa.

Qué pasará con el Boleto Integrado

Un tercer factor que de manera indirecta incide sobre el costo del boleto es el programa de Boleto Integrado, que proporciona descuentos de entre 50% y 75% en el segundo y tercer viaje. El Gobierno desestimó los subsidios dedicados a este sistema tanto para CABA como para Provincia de Buenos Aires.

Este beneficio se seguirá manteniendo en la Ciudad con propios recursos. En Provincia, en cambio, el gobernador Axel Kicillof recurrió a la Corte Suprema por la quita de subsidios “para reclamar este nuevo avasallamiento“.

El mandatario provincial sostuvo que el fin del programa Boleto Integrado “es una decisión arbitraria e ilegal“, al considerar que el Ejecutivo Nacional “tiene leyes, presupuestos, partidas asignadas e impuestos” para solventarlo y, en cambio, la Provincia no cuenta con las “herramientas jurídicas” para hacerlo.

“Entre enero y agosto, el Banco Provincia invirtió más de $454 mil millones en las políticas de Compensación Tarifaria del AMBA e Interior; Transporte Fluvial y Boleto Especial Educativo”, explicó el Gobernador.

El martes, posteriormente a la firma del Acta Acuerdo, Macri aseguró que en una primera etapa no habrá modificaciones en el boleto y que la Ciudad asumirá el costo que deja de pagar el Gobierno nacional en concepto de subsidios y la diferencia por los descuentos de la Red SUBE.

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Ese monto se encuentra en torno a los $7 mil millones por mes, que se suman a otros $8 mil millones ya destinados a subsidiar al sector.

Sin embargo, el Jefe de Gobierno porteño explicó que adjudicar plenamente dos tercios del costo del sistema operativo “se va a revisar, no será para siempre”.

Lo mismo indica el comunicado compartido por Nación ese mismo día: “No es sostenible un subsidio del 66% de la tarifa de manera permanente para la Ciudad. Por otro lado, será necesario postergar inversiones y otros gastos”, reconoce el Gobierno.