El juicio por la muerte de Celeste, una niña de 12 años que se ahogó en el lago Gutiérrez en una salida escolar, llegó a la etapa final este viernes con el turno del testimonio de los docentes imputados y los alegatos.
Cristian León Arriagada, Patricia Cantero y Norma Millamán fueron los primeros en hablar, y detallaron extensamente cómo fue el día en el que la pequeña perdió la vida en una salida de la Escuela 273.
“Yo soy inocente, no soy responsable por la muerte de Celeste, mis acciones no tienen relación con su deceso”, afirmó en primer lugar, Arriagada en una larga exposición sobre su versión de los hechos.
Según la versión del profesor en Educación Física, se incorporó al programa Dejando Huellas en el último tramo, a pocos días de realizar la actividad. Antes de la salida, tuvo Covid-19 por lo que se ausentó de la organización. “No tuve contacto con el proyecto, no lo firmé, no lo planifiqué porque estaba aislado en mi casa”, indicó.
Cristian Leon Arriagada brindó testimonio y expuso su versión de los hechos. Foto: Marcelo Martínez.
Arriagada detalló que el 10 de diciembre de 2021 se ocupó de preparar la comida para el grupo de 84 estudiantes en el marco de la despedida que organizaban los niños y niñas de 6° grado a quienes egresaban de 7°.
El profesor recordó que en un momento, mientras cocinaba, un grupo se había ido a realizar una caminata por la orilla del lago, cuando advirtió a una niña en el lago que “aparecía y desaparecía”.
“Salgo corriendo, sin pensar en nada. Lo del Covid no es una excusa, pero me faltaba el aire, no estaba bien. Fui y me tiré, me di cuenta de que había una maestra. Llego a la nena, la agarro y la saco”, recordó.
En este caso, la estudiante era una niña de 7° grado que pudo ser rescatada a tiempo y esto habría originado, según Arriagada, que ordenara que todos los menores salgan del agua “inmediatamente”.
“En otro momento comienzo a escuchar gritos de desesperación, me encuentro a una maestra que me dice que nos falta una nena, Celeste, me voy a buscarla, me meto al agua”, señaló y agregó que “otro profe mete la cabeza en el agua y dice ‘es la nena’”.
Rodolfo y María Rodrigo y Sebastián Arrondo son los abogados defensores de los docentes acusados. Foto: Marcelo Martínez.
En su relato, sostuvo que “la encontré a Cele flotando, con los ojos abiertos, la agarro, la empujo hacia mí y me voy hacia arriba”. Luego, una vez en la orilla, sostuvo que le practicaron maniobras de RCP durante 40 minutos. “Tenía los labios violetas, cero signos de respiración, ya no tenía pulsos”, añadió.
Durante su testimonio, Arriagada apuntó contra el docente Alejandro Marelli que fue sobreseído tiempo atrás. “Les dije que tenían prohibido entrar en el agua y Marelli hace caso omiso a mi decisión y se mete con 20 chicos. Yo nunca autoricé a meterse al agua a nadie”.
“Veinticinco mil veces volví a buscar a Celeste en mi cabeza. Yo sé que esto no vuelve atrás, pero si se puede cambiar las cosas. Porque si estoy acá sentado es para decir la verdad de los hechos”, sostuvo el hombre y añadió que “hubo un montón de irresponsables efecto dominó que llegó a esto la única manera de que no pase es que se ataque de base y comencemos a trabajar juntos para mejorar”.
En similar sentido se expresó Norma Millamán, otra de las docentes imputadas por la muerte de la pequeña, quien también explicó cómo trabajaron en el proyecto Dejando Huellas y qué actividades organizaron para la salida.
La madre de Celeste fue contenida por uno de sus abogados, Pablo Calello. Foto: Marcelo Martínez.
“Lo que sucedió es lamentable, nunca quisimos que pasara algo así. Tomamos todas las medidas con Patricia así que no me considero culpable de lo que pasó”, sostuvo la mujer.
Una vez en el predio de Baqueanos, “los chicos querían meterse al agua, le pregunté a Cristian (Arriagada) y dijo que sí, pero solo hasta la cintura y si un padre resguardaba”, recordó.
Tras recordar el episodio en el que una niña estuvo al borde de ahogarse también, recordó el momento en el que notaron la ausencia de Celeste.
“En ese momento, los vi adentro del agua (a los docentes Marinelli y Arriagada). Alejandro lo único que hacía era agarrarse la cabeza y decir “no puede ser, no puede ser””, señaló. Millamán recordó que “la sacan, veo que le levantan las piernas. Los chicos lloraban mucho, estaban desesperados. Así que subimos al colectivo”.
“No había nada que indicara que quedaba una nena en el agua. No me lo puedo explicar. Nosotros no vimos. Habrán estado 15 minutos al resguardo de los padres. Cumplimos con todo lo que nos pidió. Hicimos todo a nuestro alcance. Lo que no podemos ver, no lo podemos hacer. Los padres tenían responsabilidad de cuidar a los chicos tanto como nosotros, para eso van padres a una salida”, remarcó.
El juez Marcos Burgos presidió este juicio. Foto: Marcelo Martínez.
Por otro lado, Patricia Cantero, la otra docente que fue con el grupo de estudiantes, relató que “recién hoy puedo contar lo que viví ese 10 de diciembre, yo soy de Misiones, con 8 meses de antigüedad en la escuela, me mandaron a cargo de un grupo de chicos. Autorizaron un proyecto donde figuraban 88 alumnos, mientras que en las resoluciones dicen que no pueden ir más de 40”.
La mujer habló también sobre el momento en el que encontraron a Celeste y tuvieron que volver con los demás alumnos a la escuela. “Les dije que se les iba a brindar ayuda y contención, cosa que jamás tuvieron, ni los alumnos ni los docentes”.
Los docentes coincidieron que no comprenden por qué se encuentran imputados mientras que Marinelli, quien estaba a cargo de los estudiantes de 7° grado, fue sobreseído. Además, también criticaron el accionar de la Dirección de la escuela.
El testimonio de los tres imputados se extendió por unas tres horas y luego, el juez Marcos Burgos dispuso un cuarto intermedio para que luego se continuara con los alegatos de la Fiscalía, la querella y las defensas. (ANB)
La Gremial de Abogados expresó su satisfacción por el logro de la libertad de Matías Santana, procesado por resistencia a la autoridad por incidentes frente al Juzgado Federal de Bariloche, consideró que el militante “es uno de los jóvenes mapuche más demonizados por los gobiernos nacionales y provinciales, así como por los más encarnizados racistas”.
Informó que es “esposo de la machi Betiana Colhuan y fue vilipendiado por altos funcionarios del Gobierno”, destacando que “no fue fácil para la Gremial de Abogados y Abogadas lograr la libertad de Matías”.
“Fue denegada varias veces y recién una Sala de la Cámara de Casación pudo entender nuestros fundamentos y hacer lugar a la libertad del joven luchador mapuche. Ni aplaudimos ni felicitamos. Estamos simplemente contentos por no tener ya ningún mapuche detenido”, expresaron.
Vestidos de policías, con armas de fuego y con chalecos antibalas, cinco delincuentes simularon un allanamiento para entrar a una fábrica de piletas de la localidad de General Rodríguez, provincia de Buenos Aires. Robaron medio millón de pesos y secuestraron al hijo del dueño de la empresa.
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Luego, protagonizaron una persecución de película que se extendió unos 60 kilómetros. Como resultado, tres de los acusados quedaron detenidos después de chocar contra una casa, mientras que los otros dos siguen prófugos.
El asalto ocurrió en la fábrica de piletas de Jorge Fabián Rodríguez. Los ladrones asaltaron el local y a los clientes que habían quedado dentro. Le robaron medio millón de pesos al dueño y decidieron llevarse secuestrado a su hijo, Ariel. Lo subieron a una camioneta y lo obligaron a decirles dónde vivía la familia para ir a robar más plata.
Después de conseguir $300.000, lo ataron de manos con unos precintos y escaparon hacia la ruta 6 en dirección a Cañuelas. A partir de ese momento, personal de la Comisaría Segunda y de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) iniciaron la búsqueda de los delincuentes.
Después de analizar las cámaras de seguridad, la Policía bonaerense identificó que el vehículo en el que se escaparon estaba en Ezeiza, a más de 60 kilómetros del lugar del robo.
En medio de la persecución, los malhechores decidieron descartar el auto con la víctima adentro. Para continuar con la fuga, amenazaron al conductor de una camioneta Chevrolet S10 y siguieron hasta la intersección de las calles Juan de Garay y Lima, de la localidad de Carlos Spegazzini.
Allí chocaron a un vehículo de la Policía e impactaron contra una casa, donde finalmente tres de ellos fueron detenidos. Los otros dos cómplices se fugaron y son intensamente buscados por la Justicia.
Se les secuestró una pistola calibre 9 milímetros, un cargador, 10 municiones, dos revólveres calibre 38, un chaleco antibalas, una mochila con 550 dólares y $1.200.000, junto a varios celulares y guantes de látex.
La causa, caratulada como “privación ilegal de la libertad y robo calificado”, quedó a cargo de la fiscal Gabriela Urrutia, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°10 de General Rodríguez.