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Una de las cosas más extenuantes de invitar a comer a gente es, sin duda, la preparación. Siempre apetece ser un buen anfitrión, pero la cantidad de horas que (a veces) hay que invertir en la cocina para llegar serlo no están pagadas. Plantearse que puedes quedar genial con unas preparaciones fáciles y que, además, se pueden preparar con antelación, es una de las mejores soluciones que vas a tener a mano.
Vamos a plantear tres aperitivos que, en su mayoría, o llevan poquísimo tiempo de preparación, o se pueden dejar listos el día anterior. Un hummus de tomate seco con pistachos, una mantequilla con algas caramelizadas y tajín mexicano, y el clásico melón con jamón reinventado al caqui con jamón, que es temporada. Estos platos, acompañados de unas tostadas, unas verduras crudas, encurtidos y unas patatas chips te solucionan la vida.
Tostar el sésamo en una sartén a fuego medio, durante dos minutos.
Añadir las algas wakame secas directamente y tostar, junto al sésamo, un minuto más.
Añadir el azúcar blanco y la sal. Remover hasta que caramelice por completo. Retirar y dejar enfriar.
Triturar el alga caramelizada con un molinillo o mortero y añadirlo a la mantequilla (atemperada). Añadir el tajín o la ralladura de limón y mezclar con un tenedor. Refrigerar hasta el momento de usarla.
Picar cuatro tomates secos y cubrirlos con agua, el zumo de un limón y media cucharadita de sal. Dejar reposar en el frigorífico una noche.
Rehidratar cinco tomates secos en agua durante cuatro horas como mínimo.
Cuando estén rehidratados, añadir al vaso de la batidora junto a los garbanzos, el diente de ajo, el tahini, el zumo de limón, el hielo, el comino, el pimentón ahumado, la sal y el aceite. Triturarlo todo hasta que sea una crema homogénea.
Servir en el plato añadiendo, en el centro, el tomate seco encurtido, los pistachos y un chorrito de aceite de oliva.
Calentar el aceite en un cazo hasta que empiece a humear. Retirarlo del fuego y esperar 30 segundos. Añadir el pimentón y remover para que infusione. Reposar 5 minutos y colar el aceite resultante.
Emplatar el jamón o la paleta.
Pelar el caqui, cortarlo por la mitad a lo largo y después en láminas. Ponerlo directamente encima del jamón.
Aliñar con el aceite infusionado por encima y añadir pimienta negra molida y escamas de sal sobre el caqui. Servir.
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