Está considerando reducir los duros aranceles impuestos a China como parte de un intento por desescalar las tensiones comerciales con la segunda economía más grande del mundo.
En un giro que podría marcar un cambio significativo en la política comercial de Estados Unidos, el presidente Donald Trump está evaluando la reducción de aranceles impuestos recientemente a China. Esta medida responde a la creciente presión para aliviar las fricciones comerciales entre las dos principales economías mundiales.
Reportes del Wall Street Journal señalan que, aunque aún no hay decisiones definitivas, las conversaciones en la Casa Blanca incluyen propuestas para disminuir los aranceles entre un 50% y un 65%.
El entorno de las negociaciones se encuentra en constante cambio, con múltiples opciones bajo consideración. De acuerdo con personas cercanas al asunto, incluso se está estudiando un método escalonado que permitiría aplicar un arancel del 35% a productos no considerados amenazantes para la seguridad nacional de Estados Unidos, mientras que productos estratégicos para el país estarían sujetos a un impuesto de hasta el 100%.
Recientemente, Estados Unidos incrementó los aranceles sobre productos chinos a un 145%, lo que desató reacciones de represalia por parte de Pekín, que respondió con aranceles del 125% a bienes estadounidenses. A pesar de que Trump había ya aplicado una moratoria de 90 días sobre los aranceles elevados a la mayoría de los países, la escalada arancelaria ha provocado turbulencias en los mercados financieros y nubló el horizonte económico para las empresas implicadas.
Sin embargo, el clima financiero mostró signos de recuperación este martes, a medida que los inversores comenzaron a percibir un posible alivio en las tensiones debido a las nuevas estrategias de la administración Trump. En declaraciones recientes, Trump afirmó que los aranceles disminuirán una vez que se alcance un acuerdo, a pesar de que no llegarán a ser eliminados completamente. Paralelamente, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, mencionó que aunque aún quedan duras negociaciones por delante, hay optimismo para resolver las fricciones.
La noticia del posible recorte de impuestos trajo un impulso considerable en el mercado bursátil, con el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq mostrando aumentos significativos. Gigantes corporativos como Apple y Nvidia recuperaron terreno en la bolsa, mientras que Tesla vio un crecimiento notable del 5%.
Esta reacción fue en parte alimentada por la promesa de reducción arancelaria y por la declaración de Elon Musk sobre su futuro compromiso con la administración Trump. Asimismo, un cambio positivo fue observado entre los inversores tras irse disipando las tensiones entre Trump y Jerome Powell, líder de la Reserva Federal, luego de que el presidente americano afirmara no tener intención de reemplazarlo.
