viernes 14 de febrero de 2025
Una docente de Bariloche con más de 32 años de experiencia fue diagnosticada con una afección irreversible en las cuerdas vocales que le impidió seguir dando clases. En 2021, recibió el diagnóstico de disfonía funcional irreversible y hiatus longitudinal, lo que le generó fatiga vocal severa.
Pese a los tratamientos realizados a través de la ART, las secuelas persistieron y la maestra fue trasladada a tareas administrativas. Sin embargo, en diciembre de 2023, la Comisión Médica determinó que no presentaba una incapacidad laboral.
Ante esta decisión, la docente impugnó el fallo y presentó una demanda en el fuero laboral, argumentando que su afección era permanente y afectaba su calidad de vida. La Cámara Primera del Trabajo analizó su caso y falló a su favor, reconociendo su enfermedad como laboral.
En su sentencia, los jueces subrayaron que la voz es la herramienta principal de una docente y que la imposibilidad de ejercer su profesión impacta directamente en su bienestar y desarrollo profesional. Además, se destacó que los peritajes médicos evidenciaron un deterioro progresivo de su capacidad vocal, con una incapacidad estimada en un 20%.
El tribunal también cuestionó la negativa de la ART Horizonte Compañía Argentina de Seguros Generales S.A., señalando que su interpretación fue restrictiva y no consideró la totalidad de las pruebas médicas presentadas. Asimismo, enfatizó que la reubicación en tareas administrativas no compensaba el daño sufrido ni las oportunidades laborales perdidas.
Por lo tanto, la Cámara condenó a la ART a indemnizar a la docente con $5.920.819 más un adicional del 20%, conforme a lo estipulado en la Ley 26.773.
