En un clima de tensión política y fuerte respaldo militante, Plaza de Mayo volvió a ser el escenario de una masiva movilización peronista en apoyo a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. La convocatoria se sostuvo pese a que la ex presidenta no debió presentarse en Comodoro Py, luego de que el Tribunal Oral le otorgara la prisión domiciliaria tras la confirmación de su condena por corrupción.
El cambio de ubicación no alteró la intención original: miles de personas llegaron desde temprano con banderas, bombos y pancartas con consignas contra el Poder Judicial. La decisión de la Corte Suprema de dejar firme la pena de seis años en la causa Vialidad encendió un nuevo capítulo de confrontación, mientras el oficialismo nacional respondió con controles en los accesos y un fuerte operativo de seguridad alrededor de la Plaza.
Cristina Kirchner no apareció públicamente, pero su voz se hizo escuchar a través de un mensaje grabado que sonó por los parlantes: agradeció el acompañamiento y cuestionó al gobierno de Javier Milei, al que vinculó con modelos de ajuste del pasado. Cerró con una frase que volvió a encender a la militancia: “Este modelo se cae. Vamos a volver”.
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TC