El caso generó una profunda conmoción.
En una trágica cadena de eventos que ha dejado a una familia devastada y una comunidad en estado de choque, la pequeña Sarah Raissa Pereira de Castro, de apenas ocho años, se ha convertido en otra víctima más de los peligrosos desafíos que se difunden en las redes sociales. El reciente incidente tuvo lugar el jueves en la ciudad brasileña de San Pablo, cuando la menor fue inducida a participar en un reto viral conocido como el ‘desodorante challenge’. El evento ha comenzado a generar un debate furioso sobre la responsabilidad de las plataformas de redes sociales en la difusión de contenido potencialmente dañino.
La conmoción fue total cuando el abuelo de Sarah la encontró desmayada en el sillón de su hogar. Junto a su cuerpo, se encontraba un bote de aerosol, una almohada empapada del olor del producto y su teléfono móvil, reproduciendo el desafortunado video que la incitaba a realizar el peligroso desafío: inhalar desodorante. Desde entonces, los días han transcurrido entre el dolor y la búsqueda de justicia por parte de una familia devastada.
Una luz de esperanza se posó sobre la familia cuando el abuelo, luchando contra el tiempo, la trasladó inmediatamente al hospital más cercano. Sin embargo, las esperanzas se desvanecieron rápidamente, pues la autopsia posterior confirmó que la inhalación de aerosol había causadamente fatal. Estas palabras, resquebrajadas por el dolor, han resonado como una amarga critica de una sociedad obsesionada con las pantallas y los retos sin significado.
Dentro de la desgarradora experiencia de la familia Pereira de Castro, el padre de Sarah todavía lucha por procesar lo ocurrido, manifestando una indignación comprensible. Con voz quebrada y profunda tristeza, expresó duras críticas hacia las plataformas de internet, acusándolas a través de sus palabras: ‘Internet mató a mi hija’. Roto por el dolor, también hizo un urgente llamado a que estas plataformas sean más responsables y proactivas en la supervisión de contenido que podrían afectar a los más vulnerables de nuestra sociedad: los niños.
Por su parte, las autoridades brasileñas han iniciado una investigación rigurosa. Sus esfuerzos están dirigidos no solo a entender el paso última la tragedia, sino a tomar medidas necesarias para que quienes están detrás de contenido tan peligroso sean llevados ante la justicia. El análisis del celular de Sarah, requisado por las autoridades, es un punto crítico en la investigación, buscando establecer la secuencia de eventos que llevaron a la tragedia y los responsables de la creación y difusión de tan fatídico desafío.
