Una rionegrina será parte de La Voz Argentina y sueña con emocionar al país

Con el corazón puesto en la música y una historia hecha de encuentros entre amigos, guitarra en mano y muchas ganas de compartir su voz, una joven rionegrina se prepara para vivir una experiencia única: participar en la nueva edición de La Voz Argentina, el exitoso reality musical de Telefe.

Se trata de Celeste López, profesora de guitarra y cantante autodidacta, oriunda de Catriel, quien fue seleccionada tras un casting realizado en marzo en Bariloche, representando a la región patagónica.

“Yo canto desde chiquita, pero siempre fue algo entre amigos, en reuniones, con guitarra de por medio”, cuenta Celeste entre risas a un medio de la región. El empujón para animarse a audicionar llegó luego de cantar en un evento por el Día de los Enamorados en “FICA”, el lugar donde trabaja. A partir de allí, el aliento fue unánime: “Andá a La Voz”, le repetían.

Aunque no tenía experiencia en castings, se animó igual. “Fue todo nuevo. Incluso, días antes se me cerró la garganta del estrés” recordó, pero con el respaldo de sus amigas y una buena dosis de coraje, Celeste logró destacarse entre cientos de postulantes.

Por cuestiones contractuales, no puede adelantar detalles sobre el desarrollo del programa, pero sí compartió una frase que la marcó durante su entrevista con los productores: “Lo que viene será un curso intensivo con los mejores coaches”.

Artistas consagrados eligirán a los participantes

En esta nueva edición, el jurado estará integrado por Lali, Soledad Pastorutti, Miranda y Luck Ra. Celeste ya tiene una favorita en mente: “Espero conquistar a La Sole. Catriel tiene algo con ella, me parece”.

Con un estilo melódico y romántico, Celeste nunca tomó clases de canto profesional. Su herramienta es su voz natural, la misma que conmovió en reuniones íntimas y ahora buscará emocionar a todo un país.

Mientras se prepara para este gran desafío, su familia la acompaña con orgullo. Sus dos “perrihijos”, Gedeon y Esther, quedaron al cuidado de los abuelos. Desde Catriel (y todo Río Negro) los mensajes de aliento no dejan de llegar.

“Ya estar ahí es un regalo para mí. Lo que venga después será un bonus”, asegura Celeste, con la humildad de quien sabe que el verdadero premio ya lo está viviendo.