Un grupo de vecinos de los barrios Casa de Piedra y Pájaro Azul denunció un loteo en el mallín del kilómetro 12 de la avenida Bustillo y pidió que declaren el sector como área protegida.
“Notamos que empezaron a limpiar el lote para construir, alambraron el sector y pusieron un container. Quedamos en estado de alerta. Sabemos que se trata de un lote que no está a la venta porque la sucesión tramita en Buenos Aires, pero hay que proteger el área que es un mallín.”, explicó Paula Nye, vecina del barrio casa de Piedra.
De inmediato, los vecinos solicitaron una inspección a la Dirección de Obras Particulares de Bariloche. “Se trata de un humedal que actua como filtro purificador de las aguas grises de tres barrios que lo rodean, como Casa de Piedra, Nahuel Malal y Pájaro Azul, para verter esas aguas al lago en la playa Bahía Serena”, insistió Nye y agregó: “Además, está poblado de numerosas especies de vegetación autóctona que alberga variedad de aves, roedores y otras especies que conforman un delicado ecosistema”.
Claudio Otano, secretario de Desarrollo Urbano de Bariloche, fue contundente: “No hay chances de construir nada en ese lugar”. Mencionó dos ordenanzas del 2005 y 2006 que prohiben cualquier construcción en ese tipo de terrenos.
“Ese predio está abandonado porque forma parte de una sucesión que está sin resolución desde hace muchos años. En un mallín, las parcelas se inundan periódicamente. Por eso, para proteger cualquier intervención en una zona tan frágil ambientalmente, el estado suspende los permisos de obra”, indicó el funcionario.
Reconoció que la Dirección de Obras Particulares llevó adelante varias inspecciones por intentos de obras en ese lugar, con actas de infracción. En la última ocasión, se constató una obra en ejecución sin autorización municipal en una superficie de 20 metros cuadrados, con movimiento de suelo. El expediente fue remitido al Tribunal de Faltas 1.
“Estamos atrás de cualquier persona que quiera hacer algo sobre estos lotes. El plan de desarrollo del oeste no permite construir en esa zona. Constantemente, hay una intervención del estado”, dijo Otano.
Pero consideró la necesidad de impulsar un proyecto de ordenanza que aporte a la zona el status de área protegida “para dejar saldada la situación”. “Tiene status de humedal de acuerdo a la Carta Orgánica. Pero necesitamos un instrumento jurídico que lo complemente y perfeccione porque son terrenos privados”, señaló.
Sería oportuno, agregó, que el estado cuente con el dominio de esos lotes ya sea negociando con los propietarios o a través de una expropiación.
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