El Fortín disputará su tercer partido copero con la ilusión de mantenerse puntero e invicto en el Grupo E.
El incesante choque de titanes quedará registrado este miércoles en el estadio Félix Capriles de Cochabamba, donde el equipo boliviano San Antonio Bulo Bulo se convertirá en el anfitrión de Vélez. A partir de las 19 horas, dará inicio el encuentro que es parte de la tercera fecha del afamado Grupo E dentro de la ferviente competencia de la Copa Libertadores 2025. Los ojos están puestos sobre el Fortín, ansioso por prolongar su buen paso desde que se dio el pitido inicial en esta edición del torneo, buscando converger hacia otra victoria que clarifique su camino hacia los deseados octavos de final.
San Antonio Bulo Bulo, sumergido en un océano de inconsistencias, ha dejado patentado su paso irregular en las últimas jornadas. Cuatro son los partidos que ha disputado en lo que va del semestre en la Primera División de Bolivia, saldando aunque sea una sola victoria y contrayendo su último empate 2-2 ante Nacional Potosí en su fortaleza de Entre Ríos. Dentro del marco de la Copa Libertadores, vivieron una emocionante fiesta del triunfo frente a Olimpia, consiguiendo una vibrante victoria por 3-2. Sin embargo, el sabor amargo llegó con una derrota de 2-0 ante el implacable Peñarol, en tierras uruguayas.
Aun cuando pueda parecer incierto para San Antonio, el indomable espíritu de Vélez habla de otro semblante en este torbellino competitivo. La adversidad inicial ha sido superada para los fortineros, quienes con una última y sufrida victoria de 1-0 sobre Talleres en el Torneo Apertura, se han alejado del nefasto espectro del descenso directo.
En el escenario internacional, el equipo despunta un rendimiento notable, alzando las banderas del triunfo con dos conquistas significativas en Copa Libertadores, un historial que incluye el sudoroso 2-1 sobre Peñarol en territorio Amalfitani y una aplastante goleada, 4-0, aplicada sin miramientos a Olimpia en el Defensores del Chaco.
El liderazgo de Vélez en el Grupo E no es una casualidad, y saben bien que una victoria en la siempre desafiante Bolivia significaría prácticamente asegurar un lugar en los octavos de final de esta prestigiosa copa. El futuro inmediato impone pruebas adicionales, previendo que el fortín porteño aún deberá desafiar a Olimpia y al propio San Antonio en su feudo en Liniers, antes de embarcarse con rumbo a Montevideo para medirse nuevamente con el impredecible Peñarol.
