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VIDEO: Francia habilitó el Río Sena y los bañistas se zambullen por primera vez desde 1923
La entrada es gratuita y no es necesario reservar. Sin embargo, el número de asistentes está limitado entre 150 y 300 de forma simultánea.
Desde comienzos del siglo XIX, el Río Sena ha sido un ícono indiscutible de la capital francesa, París. Sin embargo, desde 1923 las aguas de este emblemático río estaban prohibidas para los bañistas debido a preocupaciones relacionadas con su calidad.
Hoy, después de extensas intervenciones y renovación ambiental, el Río Sena abre una nueva página de historia y vuelve a recibir bañistas. La reapertura de ciertas zonas específicas del río como espacio de recreo acuático refleja años de planificación meticulosa y trabajos significativos destinados a mejorar la calidad del agua. Diversas áreas en toda la ciudad, incluyendo una zona céntrica y los Muelles de Grenelle y Bercy, ahora ofrecen una experiencia única para los bañistas.
🌊🇫🇷París permite nadar en el Sena oficialmente después de un siglo
Los trabajos de saneamiento, con un coste de miles de millones de euros, lo han hecho posible.
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— RT en Español (@ActualidadRT) July 5, 2025
Mientras nadan, pueden disfrutar de vistas impresionantes de iconos parisinos como la Torre Eiffel. Este proyecto es más que un simple cambio, es una revolución en la manera en que los parisinos y visitantes pueden interactuar con su entorno acuático urbano. La apertura del Sena al baño público llega un año después de que sus aguas recibieran pruebas de los Juegos Olímpicos de París 2024.
Durante años, el Ayuntamiento de París, junto con diversas entidades privadas y públicas, llevaron a cabo un exhaustivo plan, con un costo que ascendió a 1.400 millones de euros. La meta principal fue transformar las aguas del Sena para asegurar que fueran completamente adecuadas y seguras para el baño. “Podemos decir que hoy el agua del Sena es de excelente calidad y se encuentra dentro de todos los parámetros que habíamos establecido,” explicó Pierre Rabadan, representante del deporte en la comuna de París, quien también subrayó el riguroso protocolo de verificación diario para mantener la garantía de calidad.
Este renacimiento de uso público del Sena conlleva una estricta regulación de la cantidad de visitantes que pueden zambullirse al mismo tiempo, limitando el aforo a un máximo de 300 personas. Este enfoque prudente brinda seguridad a los bañistas, y también cuida el entorno delicado que rodea al río. En este momento de desarrollo urbano, el Sena ya no solo es un simple recurso acuático en el paisaje parisino; ha vuelto a convertirse en parte integral de la vida urbana cultural y recreativa.
Esta ambiciosa iniciativa es un reflejo del compromiso de París por equilibrar la modernidad con el valor del patrimonio histórico y natural, ofreciendo a sus ciudadanos y visitantes un lugar transformado donde reencontrarse con una nueva manera de disfrutar la ciudad. La posibilidad de nadar en el Sena es solo una parte de un marco más amplio de revitalización y modernización que París está adoptando, demostrando que la coexistencia de la metrópoli con el entorno natural puede ser armónica y beneficiosa para su población.