Un trágico acontecimiento sacudió a la estación de Villa Lugano del tren Belgrano Sur cuando un albañil de origen paraguayo perdió la vida después de recibir un brutal golpe de puño en el rostro por parte de un guardia de seguridad. Miguel ÁÂÂngel Morinigo, de 46 años, se encontraba esperando el tren para regresar a su hogar cuando ocurrió el fatídico incidente.
Según informaron las autoridades de Trenes Argentinos, la agresión tuvo lugar el 2 de diciembre pasado a las 23:45 horas. En las imágenes captadas por una cámara de seguridad, se puede observar al albañil sentado en un banco del andén mientras el guardia de seguridad privada, conocido como E.C., se acerca desde otro andén. Paradójicamente, frente al albañil.
Luego de una breve conversación, Morinigo toma su mochila y comienza a caminar hacia una de las rampas de salida. Sin embargo, el guardia indica que la salida es por el lado opuesto. A pesar de esta instrucción, Morinigo decide continuar caminando en la dirección inicial, lo cual desencadena la violenta reacción del empleado de seguridad.
Sin perder tiempo, el guardia cruza las vías del tren y confronta directamente a Morinigo. Aparentemente, logran llegar a un acuerdo y ambos caminan juntos en dirección a la calle Murguiondo. Sin embargo, la situación da un giro inesperado cuando el guardia ordena al albañil que deje libre el andén de la estación Lugano del ramal Belgrano Sur.
Enfurecido por algún comentario, Morinigo detiene su marcha y comienza a insultar verbalmente al guardia de seguridad. Como respuesta, el empleado de seguridad comienza a empujar con fuerza al albañil. Morinigo, en un momento de ira, intenta golpear al guardia con un puñetazo en el rostro, pero fracasa en su intento.
Tras el forcejeo, el guardia toma la delantera y propina un golpe contundente en el rostro de Morinigo, causándole heridas de gravedad. El albañil es llevado de emergencia al hospital más cercano, pero lamentablemente fallece debido a las lesiones sufridas.
La familia y amigos de Miguel ÁÂÂngel Morinigo exigen justicia ante esta tragedia evitable. A pesar de contar con las pruebas contundentes proporcionadas por las cámaras de seguridad, el agresor continúa en libertad.
