Un inédito bloque compuesto por 45 países ha emitido un enérgico llamado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que presione al gobierno de Venezuela a detener la represión en su territorio.
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La declaración, cargada de preocupación y urgencia, fue leída ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU por la ministra de Relaciones Exteriores de Argentina, Diana Mondino. Su intervención ha resonado con fuerza en el recinto internacional, marcando un hito en la lucha por la defensa de los derechos humanos en la nación bolivariana.
El comunicado, claro y contundente, demandó que las autoridades venezolanas pongan fin a la ola de represión contra políticos de oposición y manifestantes. En su presentación, Mondino destacó que, bajo pretextos como la incitación al odio o legislaciones antiterroristas, se está persiguiendo, deteniendo y privando de libertad a ciudadanos que solo buscan ejercer sus derechos políticos y su legítimo derecho a la protesta pacífica.
La protesta articulada por estos 45 países incluye a naciones de América Latina, Europa y otros rincones del mundo: Argentina, Chile, Ecuador, Guatemala, Paraguay, Panamá, Perú, República Dominicana, Uruguay, España, Portugal, Italia, Francia, Alemania, Estados Unidos, Australia, Reino Unido, Japón y Canadá, entre otros. Esta coalición internacional refleja la magnitud del rechazo global a las acciones represivas del gobierno venezolano.
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Otro aspecto central del comunicado fue el profundo lamento por la decisión de las autoridades venezolanas de cortar la cooperación con la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos. Esta decisión precipitó la expulsión del personal del organismo internacional en febrero de este año, un hecho que ha sido duramente criticado por la comunidad internacional. El comunicado hizo un llamado urgente para que se reanude esta cooperación, subrayando que es esencial para garantizar la vigilancia y protección de los derechos humanos en Venezuela.
El ex candidato presidencial de la oposición venezolana, Edmundo González Urrutia, desde su exilio en España, reafirmó su compromiso con la lucha por la libertad y la democracia en su país. En un marcado tono de esperanza y firmeza, González Urrutia instó a sus compatriotas a no desfallecer en esta lucha y a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos.